Un fenómeno óptico similar al arcoíris conocido como gloria ha sido visto por el orbitador Venus Express de la ESA (Agencia Espacial Europea) en la atmósfera de nuestro vecino más cercano, la primera vez que se observa una en otro planeta de forma completa.
Los arco iris y las glorias se producen cuando la luz solar incide sobre gotitas de nubes, partículas de agua en el caso de la Tierra. Mientras que los arco iris se arquean en amplias franjas del cielo, las glorias son mucho más pequeñas y comprenden una serie de anillos concéntricos de colores centrados en un núcleo brillante.
Las glorias sólo se ven cuando el observador está situado directamente entre el Sol y las partículas de las nubes que están reflejando la luz del sol. En la Tierra se ven a menudo son desde los aviones, rodeando la sombra de los aviones sobre las nubes que hay por debajo o alrededor de la sombra de escaladores en la cima de montañas brumosas.
Una gloria requiere dos características: las partículas de las nubes deben ser esféricas, y por lo tanto es más probable que sean gotas de líquido, y todas ellas deben ser de un tamaño similar.
Se cree que la atmósfera de Venus contiene gotas ricas en ácido sulfúrico, señala la nota de prensa de la ESA. Mediante imágenes de las nubes con el sol directamente detrás de la nave espacial Venus Express, los científicos esperaban detectar una gloria con el fin de determinar importantes características de las gotas de dichas nubes.
Tuvieron éxito. La gloria que aparece en la imagen que ilustra este artículo fue vista en las cimas de las nubes de Venus, 70 kilómetros sobre la superficie del planeta, el 24 de julio de 2011. Tiene 1200 kilómetros de ancho vista desde la nave espacial, a 6.000 kilómetros de distancia.
Tamaño de las partículas
A partir de estas observaciones, las partículas de la nube se estima que tienen 1,2 micrómetros de diámetro, casi un quinto de la anchura de un cabello humano.
El hecho de que la gloria tenga 1200 kilómetros de ancho significa que las partículas de la parte superior de las nubes son uniformes a escala por lo menos.
Las variaciones de brillo de los anillos de la gloria observada son diferentes a las esperadas en nubes compuestas sólo de ácido sulfúrico mezclado con agua, lo que sugiere que otra química podría estar en juego.
Una idea es que la causa es el «absorbente de UV», un componente atmosférico desconocido responsable de misteriosas marcas oscuras vistas en las cimas de las nubes de Venus en longitudes de onda ultravioleta. Hace falta más investigación para llegar a una conclusión firme.
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