Una nueva tecnología de propulsión espacial, que usa las interacciones magnéticas de plasma, consigue impulsos 10 veces mayores que los sistemas actuales y podría reducir a pocos meses la duración del viaje a Marte.
Una nueva tecnología de propulsión espacial, que usa las interacciones magnéticas de plasma, consigue impulsos 10 veces mayores que los sistemas actuales y podría reducir a pocos meses la duración del viaje a Marte.