Japón ha recurrido al superordenador más potente del mundo y a la Inteligencia Artificial para prevenir posibles desastres derivados de tsunamis como el del 11 de marzo de 2011.
Japón ha recurrido al superordenador más potente del mundo y a la Inteligencia Artificial para prevenir posibles desastres derivados de tsunamis como el del 11 de marzo de 2011.