Uno de los misterios del lenguaje radica en que, aunque no somos capaces de anticipar o memorizar cada palabra, frase u oración por separado, no tenemos problemas para construir y comprender miríadas de nuevas expresiones cada día.
¿Cómo lo hacemos? Según los lingüistas, gracias a que usamos, de manera inconsciente y natural, reglas abstractas: la sintaxis. Un nuevo estudio realizado por especialistas de la Universidad de Glasgow ha tratado de descifrar hasta qué punto es abstracto el lenguaje, la naturaleza de sus abstractas representaciones, y si las mismas reglas lingüísticas se mantienen en diversos dominios de la cognición.
En la investigación, los científicos realizaron un notable hallazgo: que el proceso de almacenamiento y reutilización de la sintaxis funciona a través de varios campos cognitivos. Más específicamente, los investigadores constataron que la estructura de una ecuación matemática correctamente resuelta es preservada en la memoria y determina la estructuración de una frase subsecuente, que una persona deba completar.
Los neurocientíficos ya habían encontrado evidencias que sugerían una relación entre las matemáticas y el lenguaje pero, según los autores del presente estudio, ésta es la primera vez que se demuestra dicha relación en una prueba de comportamiento.
Los investigadores explican que este traslado de estructuras de un dominio a otro se debe a que nuestros procesos cognitivos operan a “un nivel muy alto de abstracción”, y a que estas abstracciones pueden aplicarse de manera similar a cualquier tipo de pensamiento (se encuentre éste expresado en números, palabras e incluso, quizá, también en música).
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