Se llama LUX (por Large Underground Xenon Experiment) y es un detector subterráneo de la materia oscura instalado en Sanford Underground Research Facility (SURF), Dakota del Sur, EEUU.
Los expertos suelen decir que es el detector más sensible de esta misteriosa materia (por lo menos hasta la inauguración del XENON1T, del que hablamos más adelante), y encima ahora ha aumentado su sensibilidad, gracias a un nuevo set de tecnología de calibración que se le ha instalado.
Con él, los investigadores seguirán buscando las llamadas WIMPs, partículas que interactúan con la materia normal a través de la interacción nuclear débil (una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza) y de la gravedad.
Se cree que las WIMPs podrían explicar el problema de la materia oscura, pues esta materia –supuestamente- es una forma fundamental de partículas con características WIMP.
«Hemos mejorado la sensibilidad de LUX en más de un factor de 20 para partículas de materia oscura de baja masa, lo que aumenta significativamente nuestra capacidad de buscar WIMPs», afirma Rick Gaitskell, profesor de física en la Universidad de Brown y coportavoz del experimento LUX. Los científicos esperan con esta mejora detectar partículas no conocidas previamente.
Rastreadores en Europa
Los físicos persiguen incansablemente a la materia oscura porque se calcula que esta constituye el 27% del universo.
Sin embargo, su composición sigue siendo desconocida, dado que esta materia no emite la suficiente radiación electromagnética como para ser observada directamente con los medios técnicos actuales. De hecho, ha sido deducida por los especialistas solo a partir de los efectos gravitacionales que causa en la materia visible del cosmos, como la de las estrellas o las galaxias.
Además de las mejoras recientes en el experimento LUX, el mes pasado se inauguró otro detector de materia oscura, el XENON1T, este situado en las profundidades de la montaña italiana Gran Sasso, a unos 150 kilómetros de Roma.
El XENON1T es el mayor detector de WIMPs del mundo, y se dice que tiene diez veces más sensibilidad que el LUX. Por otro lado, a partir de marzo del año que viene está previsto que el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de Ginebra también se una en la caza de las WIMPs. Entre todos estos detectores quizá pronto podamos conocer la naturaleza de esta materia que, aunque «invisible», parece que desempeña un papel central en la formación de estructuras y la evolución de galaxias.
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