La industria de los semiconductores analógicos es una pequeña parte pequeña de la industria de los semiconductores. Los semiconductores tienen diversas aplicaciones específicas entre las que se encuentra, en primer lugar, el sector de las telecomunicaciones (con un mercado estimado de 7.000 millones de euros), seguido del sector de la automoción (con 3.200 millones de euros) y el sector consumo (2.300 millones de euros), señala un reciente informe del IE Business School Center para el análisis de la Sociedad de la Información y las Telecomunicaciones, ENTER.
Sin embargo, al igual que ocurre en otros sectores económicos, la situación mundial de los semiconductores no pasa por los mejores momentos. Según la consultora Gartner, las ventas de semiconductores disminuyeron un 5,4% durante 2008, lo que supone 14,4 millones de dólares menos respecto al año anterior. Dentro de las empresas de este sector destaca Intel como principal corporación empresarial, al tener un 13,3% de cuota de mercado, seguida de Samsung Electronics, con un 6,8%, y Toshiba con un 4,2% de este mercado.
El informe de ENTER señala no obstante que el mercado mundial de semiconductores (entendido en sentido general) estaba valorado en unos 187.300 millones de euros a finales de 2007. Este volumen de ventas se reparte, por un lado, en el mercado mundial de los circuitos integrados, con un volumen estimado de 159.000 millones de euros, y en el mercado estricto de los semiconductores, cuyo volumen se estima en unos 28.300 millones de euros.
Estrategias empresariales
La diversidad de estrategias empresariales en los semiconductores analógicos es grande. De hecho, los chips analógicos adaptan los equipos electrónicos a variables como la temperatura, la luz, los sonidos, etc. Dichas variables tienen una gama de valores graduales tan amplia que es preciso emplear estos dispositivos, en lugar de los digitales (que sólo funcionan según la codificación digital 0, 1) para poder recoger la información obtenida a partir de dichos valores.
Los semiconductores analógicos se pueden dividir en semiconductores de propósito general y de aplicaciones específicas. Los primeros, tienen sus aplicaciones fundamentales en suministro y gestión de la alimentación eléctrica para otros circuitos integrados. Los segundos, que representan desarrollos tecnológicos concretos, tienen su principal línea de desarrollo en el ámbito de las telecomunicaciones.
Es necesario tener en cuenta que la demanda de estos productos analógicos está muy fragmentada, lo que es un factor limitante en la rentabilidad de estos productos. De hecho, los semiconductores y los circuitos integrados analógicos predominan en la mayoría de los productos electrónicos con aplicaciones generales o específicas. Esto último hace que los chips analógicos puedan hacerse a series más reducidas y con mayores variantes, lo que podría presentar dificultades de venta. A su vez, existen limitaciones respecto al personal cualificado que, en su mayoría, se han dirigido al sector digital más estandarizado.
A pesar de los inconvenientes mencionados, provenientes del descenso en las ventas, de la necesidad de especialización y de las limitaciones de personal cualificado, la producción de dispositivos analógicos muestra grandes posibilidades empresariales que deben ser valoradas y tenidas en cuenta, según el informe de Enter.
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