La evolución hacia los dispositivos móviles de detección ya ha comenzado. La primera ola de baby boomers cumple 65 años este año, y cerca de 80 millones de ellos se jubilarán en los próximos 20 años. Según la Universidad Lehigh, esto supone una explosión de personas mayores que requerirán de unos cuidados especiales, en unos momentos en lo que la tecnología móvil está cada vez más avanzada.
Para estar preparados ante este cambio generacional, la industria de la salud ya se ha asociado con científicos de la computación para crear una mezcla de tecnologías sensoriales que, básicamente, seguirá de cerca cualquier cambio de la salud. Así, la tecnología permitirá el tratamiento más rápido y eficaz de las personas mayores.
La profesora de Márketing de la Universidad Lehigh (Pensilvania), Reetika Gupta, señala que “las tecnologías móviles de detección tienen un potencial mucho mayor del que se puede pensar”. De hecho, argumenta que dentro de cinco años todos los teléfonos inteligentes podrán estar muy bien equipados con aplicaciones que harán un seguimiento de actividad física. De esta forma, los dispositivos no sólo controlarán si la personas están sentadas o caminando, sino también cualquier cambio en su régimen de entrenamiento o aptitud física.
Para esta profesora la cuestión es cómo reaccionará la gente a estos cambios tecnológicos y culturales. «Estos tipos de aplicaciones móviles se basan en la recogida de datos personales y muchas personas consideran que esto puede ser una intrusión en sus vidas personales, sin pensar en el beneficio a largo plazo que le puede proporcionar”, señala. De forma que para seguir adelante hay que hilar muy fino para que los usuarios acepten estos nuevos avances.
Esa delgada línea es lo que más interesa a Gupta. Los expertos en el comportamiento del consumidor y el desarrollo tecnológico, dicen que se han llevado a cabo pocas investigaciones de mercado para mostrar hasta qué punto los consumidores se adaptarán a los cambios inminentes y si tales cambios afectarán las decisiones que los consumidores tomen en su estilo de vida.
La llegada de las tecnologías móviles de detección no podrían haber llegado en un mejor momento, dada la edad media de la población. Mientras que los dispositivos pueden tener una influencia directa sobre el número creciente de personas de edad avanzada, también pueden convertirse en importantes herramientas de prevención para los jóvenes.
Los estudios de población en Estados Unidos indican que unos de cada tres estadounidenses es obeso, lo que supone un problema que se dirige a una dirección equivocada. Pues bien, según la profesora Gupta, estas tecnologías de detección podría promover la responsabilidad personal, ya que los niños en situación de riesgo y los adultos jóvenes podrían ver por sí mismos sus datos personales de salud, y ajustar, en consecuencia, sus actividades diarias física y estilos de vida.
Los teléfonos inteligentes ya no son sólo teléfonos móviles sin más. “Para bien o para mal se han convertido en una parte de lo que somos, en parte de nuestra conciencia” dice Gupta. Por tanto, desde una perspectiva de marketing, las tecnologías móviles sensoriales puede ayudarnos a desarrollar una mentalidad diferente, una en la que se tenga más en cuenta la salud.
Para lograr este cambio de mentalidad, se requerirá una nueva forma de aprendizaje y una manera diferente de pensar, ajena a muchos estadounidenses. De hecho, cambiar esta mentalidad podrá tardar incluso cinco o diez años Una comunicación exitosa de estos cambios, y de que supondrá en la vida de las personas, será la clave del éxito.
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