Hasta ahora se creía que la sexualidad formaba parte de la estructura de la vida, ya que entre otras virtudes no sólo posibilita la reproducción, sino que proporciona la evolución genética necesaria para que las especies se adapten a los cambios del entorno.
Sin embargo, las nuevas técnicas de análisis genético han puesto en evidencia que ciertas especies han evitado el sexo durante millones de años sin por ello resultar perjudicados en su evolución, lo que ha convertido la pregunta de “¿por qué el sexo?” en una cuestión crucial de la moderna biología.
Tal como se explica en un documentado artículo de la revista Sciencenews, ya hace tres años que se obtuvieron pruebas genéticas de que algunos micro organismos acuáticos, aglutinando a 360 especies, se han desarrollado perfectamente a lo largo de la evolución sin vida sexual alguna durante al menos 40 millones de años.
Al menos 2.000 especies asexuadas
Este descubrimiento fue el detonante de otras investigaciones que han determinado que al menos 2.000 especies conocidas no ofrecen rastro alguno de comportamiento sexual a lo largo de su evolución. Incluso ha podido determinarse que la vida sin sexo produce las mismas mutaciones genéticas adaptativas al entorno que la reproducción sexual.
También se ha podido determinar que algunos micro organismos como el Bdelloid rotifer’s dejaron de practicar sexo hace 80 o 100 millones de años, sin que esta mutación haya impedido su evolución posterior como especie sin vida sexual.
Las investigaciones se centran ahora en especies más complejas de animales como almejas, hongos y ácaros, de los que se cree por registros fósiles que adolecen también de vida sexual y cuya diversidad genética señala que la sexualidad no es imprescindible para la supervivencia de las especies.
Hacer un comentario