Acabado el 2005, año del Centenario del Instituto de la Ingeníería de España, tuvo lugar el pasado día 22 el solemne Acto de Clausura presidido por S.M. El Rey.
En un repaso rápido y tras el Acto Inaugural del 10 de mayo, se han sucedido las conferencias, jornadas técnicas y presentaciones preparadas por los Comités Técnicos, entre las que han destacado las realizadas por el Comité de Enseñanza, de Energía, de Ingeniería y Desarrollo Sostenible, y Terminología, a los que hay que agradecer su interés, trabajo y profesionalidad en todas sus actuaciones.
También quiero destacar y agradecer el esfuerzo de todas las Asociaciones y el apoyo que han prestado a las distintas celebraciones en este año tan significado para el Instituto, en el que también se ha celebrado brillantemente el sesquicentenario de la Asociación de Ingenieros Agrónomos, que se suma a las ya celebradas por otras Asociaciones.
Desde el Instituto y las Asociaciones nos hemos esforzado en resaltar el destacado papel que la Ingeniería en general ha tenido en el desarrollo de la sociedad española, y en presentar una pequeña muestra de la situación actual de la tecnología.
En el Congreso del Centenario celebrado el pasado mes de octubre bajo el lema “Soberanía Tecnológica Europea”, con la presencia y colaboración de autoridades científicas, técnicas y de las Administraciones española y europea, se puso de manifiesto la necesidad de intensificar el esfuerzo económico en I + D, jerarquizar y seleccionar los sectores tecnológicos prioritarios y mejorar la coordinación entre las empresas y con las Administraciones europeas.
La finalidad: acelerar el ritmo de avance de la Unión Europea, ya que de no hacerlo no sólo se aumentaría la diferencia actual con los EEUU, sino que en breve plazo seríamos sobrepasados por las potencias emergentes asiáticas.
No podemos por tanto pensar que con un Congreso y unas conclusiones podemos estar satisfechos, puesto que esto no es más que una llamada de atención necesaria y que debe servir de reflexión y marcar el principio de reacción de todos los agentes involucrados.
Desde el IIE apoyaremos y propiciaremos todas las iniciativas y actuaciones en esta línea.
Reforma de las enseñanzas
También quiero desde aquí llamar la atención sobre el debate que a lo largo del año se ha venido manteniendo sobre el futuro de los estudios de Ingeniería en España y en Europa.
Más allá de las discusiones sobre el alcance y la profundidad de los estudios y los títulos de las distintas ramas y especialidades, tenemos que concluir que cualquier solución que busque una simplificación o abaratamiento de las carreras de ingeniería, cercenando la formación de los futuros ingenieros españoles, no sólo afectará a los individuos, sino fundamentalmente y a medio plazo afectará a las empresas y a la sociedad española, que acabará exportando estudiantes y a cambio importando profesionales de otros países que no sólo no reducen, sino que aumentan el nivel de exigencia en sus Universidades.
La Soberanía Tecnológica de Europa necesita más recursos de todo tipo, pero en cualquier caso tendrá que basarse en una Ingeniería de primer nivel.
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