El grupo de investigación Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con la Universidad de Edimburgo, acaba de describir un nuevo cocodrilo marino del Jurásico, procedente de la localidad zaragozana de Ricla.
Según el estudio, que ha sido publicado en la revista PLoS ONE, Maledictosuchus riclaensis (cocodrilo maldito de Ricla) es el ejemplar de cocodrilo marino más antiguo y mejor preservado de la Península Ibérica. Su nombre se debe al pueblo donde fue hallado y a los casi 20 años que ha tenido que esperar para ser estudiado en profundidad (de ahí la maldición).
Los investigadores señalan que Maledictosuchus se conoce exclusivamente por el ejemplar de Ricla y se trata de un cráneo prácticamente completo, con una preservación excepcional. «Sin duda es una de las piezas más importantes depositadas en la Sala Lucas Mallada del edificio de Geológicas de la Universidad de Zaragoza», afirman en declaraciones recogidas por SINC.
El espécimen pertenece a los metriorrínquidos, un grupo de cocodrilos marinos típicos del Jurásico que se extinguieron en el Cretácico Inferior, hace unos 130 millones de años, es decir, que convivieron con los dinosaurios.
El fósil se encontró en 1994 durante las campañas de prospección previas a la construcción de las vías del AVE, impulsadas por el Gobierno de Aragón. Los paleontólogos C. Laplana, C. Gonzalvo y M. Soria encontraron las primeras esquirlas de hueso, que les condujeron hasta el lugar donde se hallaba un cráneo de cocodrilo conservado en varios nódulos de roca. Este cocodrilo habitó los mares hace unos 164 millones de años (Calloviense), durante el Jurásico Medio.
Adaptados al medio marino
Actualmente no existe ningún cocodrilo totalmente ligado a la vida acuática, sin embargo, los metriorrínquidos fueron los cocodrilos mejor adaptados al medio marino.
Algunas de las adaptaciones con las que contaban eran extremidades en forma de aletas, cola larga y bilobulada, parecida a la de los tiburones, el cuerpo, y sobre todo la cabeza, con formas hidrodinámicas, además de la pérdida de una armadura dérmica que está presente en los cocodrilos terrestres, señala el estudio.
El cráneo de Maledictosuchus también es hidrodinámico, con órbitas oculares enormes situadas a ambos lados de la cabeza y numerosos dientes de pequeño tamaño. Tendría una dieta fundamentalmente piscívora, aunque también podría comer cefalópodos y otros invertebrados marinos.
Según los investigadores, el espécimen es importante para comprender la evolución de este grupo de cocodrilos. La investigación, liderada por el grupo Aragosaurus, revela que Maledictosuchus es el miembro más basal y más antiguo de la tribu de los raqueosaurinos, un grupo de metriorrínquidos especializados, piscívoros y altamente adaptados a la vida en mar abierto. Maledictosuchus posee una morfología intermedia entre los metriorrínquidos basales y los miembros derivados de raqueosaurinos del Jurásico Superior.
Durante el Jurásico Medio, los metriorrínquidos fueron muy diversos en el oeste de Europa, especialmente Inglaterra y Francia, pero no se había descubierto hasta el momento ningún raqueosaurino.
Por lo tanto, el estudio de este nuevo cocodrilo demuestra que durante el Jurásico Medio los metriorínquidos fueron más diversos de lo que se creía y que su evolución hacia una dieta muy especializada y a la vida en mar abierto comenzó ya durante el Jurásico Medio, al menos 10 millones de años antes de lo que se había pensado.
Sin embargo, no fue hasta el Jurásico Superior cuando estas adaptaciones fueran ventajosas y este grupo de metriorrínquidos dominó los mares del oeste de Europa, indica el estudio.
Referencia bibliográfica
Parrilla-Bel J, Young MT, Moreno-Azanza M, Canudo JI. The First Metriorhynchid Crocodylomorph from the Middle Jurassic of Spain, with Implications for Evolution of the Subclade Rhacheosaurini. PLOS ONE (2013). DOI:10.1371/journal.pone.0054275.
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