Las naves Flow y Ebb de la misión GRAIL de la NASA cayeron poco antes de las 23h30 (hora peninsular española) del pasado 17 de diciembre en la superficie de la Luna. Un equipo de la agencia estadounidense controló la operación desde la Tierra.
Aproximadamente 50 minutos antes del impacto, las dos naves pusieron en marcha sus motores hasta agotar su combustible. Con esa maniobra, el equipo quería calcular de modo preciso cómo se reduce la cantidad de fuel en los tanques.
Los científicos aseguran que estas observaciones permitirán a los ingenieros de la NASA validar los modelos computacionales con los que hacer predicciones del combustible necesario en futuras misiones.
También se analizarán los restos de las naves con el Orbitador de Reconocimiento Lunar dentro de varias semanas, publica SINC.
El choque de las naves ha marcado un final exitoso a la misión GRAIL, que ha permitido generar el mapa del campo de gravedad de la Luna, el de mayor resolución de un cuerpo celeste.
Esta cartografía proporcionará un mejor entendimiento de cómo la Tierra y otros planetas rocosos en el sistema solar se formaron y evolucionaron.
Abundantes datos recogidos
La misión GRAIL también es el primer programa de la NASA que ha llevado al espacio cámaras completamente dedicadas a la educación y al conocimiento del público.
Cada una de las sondas llevaba una cámara denominada MoonKAM, que ha tomado más de 115.000 imágenes. Las fotografías han servido para que alumnos de escuelas de EEUU trabajaran con ellas en sus clases.
“Extrañaremos a nuestras gemelas lunares, pero los científicos me dicen que tardaremos años en analizar todos los datos que han obtenido, la razón principal por la que vinimos (con esta misión)”, explica David Lehman, director de proyectos del Laboratorio de Propulsión Jet de la NASA en Pasadena (California, EEUU).
El lugar de la Luna donde han impactado Flow y Ebb ha sido bautizado por la agencia estadounidense con el nombre de la astronauta Sally K.Ride, la primera mujer americana que llegó al espacio. La científica falleció el pasado mes de julio tras luchar durante 17 meses contra un cáncer de páncreas.
“Sally hizo todo lo posible por hacer bien su trabajo, tanto en explorar el espacio, como en inspirar a la próxima generación, o ayudando a que la misión GRAIL haya tenido éxito”, afirma la investigadora principal de GRAIL, Maria Zuber, del Massachusetts Institute of Technology (MIT, EEUU), que hace unos días explicó los detalles de la misión.
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