Es posible que la menopausia surgiera por mero azar evolutivo, pero también lo es que, después, fuera impulsada por la tendencia a que los hijos y los nietos permanecieran cada vez más viviendo cerca de casa, señala un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Liverpool (Reino Unido).
La menopausia es un rompecabezas evolutivo, si se considera que pasar los genes a la siguiente generación es el principal propósito de la vida. ¿Por qué, entonces, dejan las mujeres de ser fértiles tan “pronto” (pasan un tercio de sus vidas sin poder reproducirse)? ¿Va la menopausia en contra de las leyes de selección natural?
Los investigadores de la Universidad de Liverpool, que han trabajado en colaboración con especialistas de la Universidad John Moores, han tratado de responder a estas cuestiones. Para ello utilizaron un enfoque filogenético con el que analizaron las hipótesis evolutivas más comunes sobre la supervivencia de las mujeres a su propia fertilidad.
Dos opciones
Una de las explicaciones más populares formuladas para la menopausia es la «hipótesis de la abuela”.
Esta teoría sugiere que las mujeres comenzaron a perdurar tras el fin de su edad reproductiva para ayudar a criar a sus nietos, una actitud que aumentó la probabilidad de que sus propios genes se transmitieran a sus descendientes.
Otras teorías apuntan a que la menopausia en realidad no ofrece ninguna ventaja y es fruto solo de la casualidad evolutiva o de una «coincidencia”: aunque los seres humanos fueron diseñados para tener una esperanza de vida más corta, el caso es que acabaron viviendo mucho más tiempo.
En el presente estudio se utilizaron datos de 26 especies distintas de mamíferos, entre ellas tres poblaciones humanas tribales o históricas diferentes.
A partir de estos datos, se testaron los efectos de la esperanza de vida, el tamaño del grupo; y el efecto de la filopatría de machos y hembras (la tendencia a permanecer dentro de un grupo familiar) sobre la esperanza de vida post-reproductiva (PRL).
Unión de hipótesis
Los investigadores descubrieron así que ninguna de las dos hipótesis expuestas podía explicar adecuadamente por sí sola por qué evolucionó la menopausia. Además, sugieren un nuevo escenario que uniría la teoría de la “coincidencia” con la teoría de la abuela.
El Dr. Kevin Arbuckle, biólogo evolucionista de la Universidad de Liverpool, explica al respecto: “Nuestros resultados sugieren que la menopausia se presentó a través de un desajuste no adaptativo entre la vida útil y el período reproductivo. Posteriormente, creemos que en aquellas poblaciones en las que los varones permanecían en casa y las hembras se dispersaban para reproducirse, una ventaja adaptativa condujo a la extensión de ese período post-reproductivo”.
Dicha ventaja habría derivado del hecho de que las abuelas cuidasen de sus hijos y nietos en hogar. “Este apoyo adicional de la familia habría aumentado la probabilidad del éxito de la reproducción de hijos e hijas”.
el Dr. Hazel Nichols, coautor del estudio concluye: «La divergencia de opiniones científicas puede ser difícil de conciliar, pero nuestro trabajo sugiere que tanto las ideas adaptativas como las no adaptativas pueden ser correctas».
Referencia bibliográfica:
H. J. Nichols, L. Zecherle, K. Arbuckle. Patterns of philopatry and longevity contribute to the evolution of post-reproductive lifespan in mammals. Biology Letters (2016). DOI: 10.1098/rsbl.2015.0992.
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