La red social Tik Tok es una de las plataformas más elegidas
y utilizadas por los adolescentes. En ella se pueden subir videos de muy corta
duración y compartirlos con el público.
Los usuarios más populares buscan generar contenido para entretener a sus
seguidores, pero desconocen si esos contenidos se volverán virales o tendrán un
gran impacto en sus audiencias.
En ese sentido, una reciente investigación podría dejar contento a más de un
‘youtuber’, puesto que se descubrió que el cerebro es capaz de predecir si un
video se hará viral en internet o no.
El neurocientífico Brian Knutson de la Universidad de Stanford quería entender
cómo funcionan los patrones de comportamiento en las personas cuando pasan
mucho tiempo detrás de una pantalla.
“Lo que intentamos con este estudio es entender cómo y por qué las personas
destinan su tiempo a realizar acciones poco productivas como pasar varias horas
utilizando el smartphone sin hacer nada”, señaló Knutson en un comunicado.
También – continúa – buscamos reconocer si los procesos que generan la
elección individual pueden mostrar algo sobre la conducta de grandes grupos de
personas.
Videos bajo la lupa
Los 36 voluntarios que participaron en la investigación debían mirar videos y
hacer clic en su reproducción, al mismo tiempo que sus funciones cerebrales
eran escaneadas y observadas mediante resonancia magnética.
Los expertos supervisaron el comportamiento de los sujetos y, en paralelo, les
realizaban preguntas acerca del video (qué emociones experimentaban cuando lo
veían, por qué los omitían si no les gustaba y si lo compartirían con sus
amigos).
Durante el proceso, también se examinaba cómo aumentaban los pulsos de «me
gusta» (likes ) de los videos en línea, así como también la cantidad
de videos compartidos y reproducciones.
Respuestas cerebrales
Los investigadores descubrieron que las vistas de video más largas
intensificaban la actividad en las regiones del cerebro asociadas al sistema de
recompensa.
La activación del sistema de recompensa se produce durante los primeros 4
segundos de reproducción del video, aumentando así la probabilidad de su
popularidad.
También apreciaron que las vistas de video más cortas se asociaron con
actividad más intensa en las regiones cerebrales sensibles a la
excitación o el castigo.
La mayor actividad en esta región anticipa que el vídeo no va a ser muy
popular.
Al analizar las respuestas proporcionadas por los voluntarios sobre los videos,
observaron que predecían también su propio comportamiento.
“Si examinamos las opiniones que tenían los sujetos sobre los videos nos damos
cuenta que solo la actividad cerebral fue capaz de predecir qué video era el
más elegido por los usuarios en línea”, explicó Knutson.
Prediciendo el futuro
No es la primera vez que el equipo de investigación del neurocientífico estudia
el comportamiento del cerebro y el impacto en su entorno.
En trabajos anteriores han
demostrado que el cerebro puede reconocer qué persona adicta a ciertas drogas
puede volver a recaer en ellas una vez finalizado su tratamiento.
El estudio, también publicado por la misma universidad, busca comprender las
causas y comportamientos de los pacientes con tendencias al consumo excesivo de
sustancias tóxicas para detectar qué población será la más afectada.
Referencia
Brain activity
forecasts video engagement in an internet attention market. Lester C. Tong et al. PNAS,
March 9, 2020. DOI: https://doi.org/10.1073/pnas.1905178117
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