Tendencias21
El “fin del mundo” es en realidad un cambio de ciclo, según los mayas

El “fin del mundo” es en realidad un cambio de ciclo, según los mayas

El calendario maya indica que se aproxima un cambio de ciclo, al igual que pasó en los años 1000 y 2000 de nuestra era, pero no que nos vayamos a enfrentar al fin del mundo. Antonio José Durán, catedrático de Análisis Matemático de la Universidad de Sevilla ha hablado recientemente sobre el tema en las jornadas «Matemáticas en la Residencia» organizadas por el ICMAT y el CSIC en Madrid. En ellas, el especialista señaló que, del mismo modo que nuestro calendario refleja el paso de un siglo a otro, el calendario maya da cuenta de un cambio en los periodos de ciclo largo utilizados por esta civilización para medir el tiempo.

El “fin del mundo” es en realidad un cambio de ciclo, según los mayas

Como sucedió en el año 2000, y también en el año 1000, un cambio ciclo se aproxima, al menos en lo que al calendario maya se refiere. Se trata del conocido como “fin del mundo maya”, que no es más que un cambio en los periodos de ciclo largo utilizados por esta civilización para medir el tiempo.

Antonio José Durán, catedrático de Análisis Matemático de la Universidad de Sevilla y también apasionado por la historia de las matemáticas, novelista y divulgador, habló sobre ello el pasado martes en la Residencia de Estudiantes de Madrid , dentro de las jornadas «Matemáticas en la Residencia» organizadas por el ICMAT junto al Área de Cultura Científica del CSIC y la propia Residencia.

Los mayas tenían tres maneras de medir el tiempo. Contaban, por un lado, con un calendario sagrado, de 260 días, que utilizaban para sus ceremonias religiosas en templos como Chichén Itzá, Palenque o Tikal; y, por otro, con uno solar, de 365 días dividido en dieciocho meses de veinte días, utilizado para la vida civil. Además, tenían lo que denominaban la “cuenta larga” –que está a punto de dar lugar a un cambio de ciclo-, utilizado en algunos códices y monumentos y con una duración aproximada de unos 5.100 años.

La cuenta larga maya era de base veinte, como toda su numeración. Se dividía en ciclos de veinte días, años de 360 días, y ciclos de veinte y doscientos años. Cada ciclo de veinte años se denominaba katún (similar a nuestros decenios).

Tras veinte katunes se conformaba el baktún (equivalente a nuestros siglos, pero con una duración de 400 años). “El día 20 de diciembre es el último día del baktún número doce, y el 21 de diciembre el primero del baktún número trece. Es como pasar del siglo XX al XXI y en el mundo maya, como en el nuestro, estos cambios a veces se asocian con cataclismos o desgracias, simplemente por superstición”, explica Antonio José Durán.

Si bien para los mayas el cambio del duodécimo al decimotercer baktún era una fecha importante, no existen referencias escritas que afirmen que entre el 20 y el 21 de diciembre fuera a suceder nada en particular.

“Sí es cierto –afirma Durán- que si la antigua cultura maya existiera hoy, muy probablemente hubieran hecho sus augurios y lo hubieran relacionado con mala o buena suerte, pero no hay ningún criterio científico detrás”.

Cifras, ciencia, arte y religión

El anuncio inspirado en la cultura maya de un nuevo fin del mundo es una buena ocasión para recordar que los mayas desarrollaron un sistema numérico que, en lo esencial, es igual al nuestro.

“Tenían el número cero, y contaban con lo que se llama el ‘principio posicional’, es decir, el valor del número varía en función del lugar que ocupe”, dice Durán. Por ejemplo, en el caso del 111, cada uno de los unos tiene un valor distinto (unidades, decenas y centenas) según su posición.

Los mayas representaban el número uno con un punto, dos puntos representaban el dos, y así para el tres y para el cuatro. El cinco sería una raya, el seis, un punto y una raya y así, con combinaciones de este tipo, se llegaría al número diecinueve. A partir del veinte funcionaría el principio posicional, es decir, el número veinte, por ejemplo, sería un punto y un cero.

Para la medida del tiempo en su cuenta larga, la base utilizada era veinte, salvo para la cifra correspondiente al segundo nivel (el equivalente a nuestras centenas) donde la base era dieciocho. Esto era así por influencia de la astronomía: según la base veinte ese nivel debería ser de 20×20=400, pero los mayas eligieron 18×20=360, una cantidad más cercana al número de días (365) que tiene un año. Junto con la babilonia y la india, la maya ha sido una de las tres culturas que han desarrollado un sistema posicional con cero.

Además de estos signos, los mayas tenían otros símbolos rituales en los que los números eran representados por algunos de los rostros de sus dioses.

Estas figuras, de aspecto sumamente amenazador, evidencian la relación existente en el mundo maya entre ciencia, religión, arte e, incluso, relaciones de poder: “Estamos acostumbrados a ver los números como algo aséptico, ajeno a las pasiones humanas. En cambio, una anotación de estos números mayas es todo lo contrario, son caras de dioses muy agresivos. El efecto visual es muy impactante”, señala Durán.
Además, para llevar a cabo este tipo de representación los mayas realizaban combinaciones entre artísticas y matemáticas. Por ejemplo, para hacer el número quince tomaban la cabeza del número cinco y le ponían como mandíbula la del dios de la Muerte, que representaba el número diez.

Esto añadía un carácter simbólico, artístico y religioso a lo que para nosotros serían simples cuentas. Y es que la escritura maya no era una herramienta para la comunicación entre todos, sino que era todo un símbolo de poder de la casta sacerdotal sobre el resto del pueblo maya.

“Los que la desarrollaron potenciaron, por un lado, su aspecto mágico y, por otro, el que fuera difícil de leer para el resto de la gente. A los mayas les impresionaba que aquellos rostros esculpidos en la roca tuvieran un significado y los sacerdotes lo conocieran”, dice Durán.
Esto, unido a un conocimiento astronómico capaz de predecir, entre otros acontecimientos, eclipses de Sol y Luna y otras conjunciones planetarias, convertían la ciencia de la época en un instrumento para la dominación por parte de reyes y sacerdotes.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • El núcleo de la Tierra podría estar a punto de estallar: habría volcanes a 5.000 kilómetros de profundidad 11 febrero, 2025
    Un estudio revela que el núcleo interno de la Tierra está cambiando de forma misteriosa y aún incierta: los científicos han desvelado que el núcleo interno giratorio no solamente modifica su velocidad de rotación, sino que también parece cambiar de forma, con variaciones que se manifiestan a través de las ondas acústicas que se propagan […]
    Redacción T21
  • Una exposición muestra el camino a la extinción de millones de seres vivos marinos conscientes 11 febrero, 2025
    Ecos del océano, una exposición que une ciencia, tecnología, arte y creatividad, muestra los ecos que surgen en la mente de una ballena cuando tropieza con la contaminación sonora generada por la actividad humana. Una experiencia inmersiva invita a preservar el equilibrio entre el ser humano, la naturaleza y el resto de especies que conviven en […]
    Alejandro Sacristán (enviado especial).
  • La IA ya supera a los humanos en el fraude digital 10 febrero, 2025
    Un nuevo estudio destaca la creciente sofisticación de los grandes modelos de lenguaje (LLM), la estructura detrás de los chatbots de IA más conocidos, para crear estrategias de fraude cibernético. Estos modelos pueden diseñar campañas de phishing hiperpersonalizadas y persuasivas, a una fracción del coste y el tiempo que requieren los métodos tradicionales desarrollados por […]
    Pablo Javier Piacente / T21
  • Alerta: Creciente riesgo de que restos de cohetes afecten zonas de intenso tráfico aéreo 10 febrero, 2025
    Un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports advierte sobre el aumento del peligro que representa la basura espacial para la aviación comercial. La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, concluye que existe una probabilidad anual del 26% de que los desechos de cohetes espaciales reingresen a la […]
    Pablo Javier Piacente / T21
  • Los cantos de las ballenas son similares al lenguaje humano: puedes comprobarlo aquí 10 febrero, 2025
    Los científicos han descubierto la misma estructura o conjunto de patrones rítmicos que son un sello distintivo del lenguaje humano en el canto de las ballenas jorobadas: los hallazgos muestran que incluso especies tan disímiles evolutivamente pueden compartir sistemas de comunicación que se transmiten culturalmente de generación en generación.
    Redacción T21
  • El Rapto del Mundo: la democracia naufraga en la era del ultraliberalismo, pero no ha sido conquistada 10 febrero, 2025
    Lo que está pasando con la democracia puede compararse con el mito del rapto de Europa: seducida con engaños, se ha adentrado en un proceso de erosión de las instituciones, polarización social y desregulación económica que la aleja de su inspiración humanista. ¿Estamos presenciando el nacimiento de un nuevo orden político global?
    EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE/T21
  • La IA puede ser más creativa que los seres humanos 9 febrero, 2025
    La IA puede superar a la mayoría de los humanos en tareas de pensamiento creativo, según un nuevo estudio: los chatbots de IA de modelo de lenguaje grande (LLM) pueden superar al humano promedio en una tarea de pensamiento creativo en la que el participante idea usos alternativos para objetos cotidianos, un ejemplo en el […]
    Pablo Javier Piacente
  • El primer conectoma del cerebro de un insecto revoluciona la neurociencia 8 febrero, 2025
    Los científicos han conseguido por primera vez establecer el diagrama de las conexiones sinápticas del cerebro de un insecto que tiene 100.000 neuronas, toda una proeza para comprender mejor al cerebro humano y potenciar la Inteligencia Artificial.
    EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE/T21
  • Producir energía limpia cultivada en hojas: ¿el camino hacia la sostenibilidad energética? 7 febrero, 2025
    Los científicos han desarrollado “nanoflores” de cobre que imitan la fotosíntesis, ofreciendo una nueva forma de convertir el dióxido de carbono en fuentes de combustible y productos químicos, transformando potencialmente las estrategias a través de las cuales generamos energía limpia.
    Pablo Javier Piacente / T21
  • Los perros que son capaces de aprender permanecen jóvenes por más tiempo 7 febrero, 2025
    Los telómeros cumplen un papel crucial en la protección de los cromosomas: con el envejecimiento y la oxidación celular, se van acortando y promueven el deterioro de distintas funciones orgánicas. Un nuevo estudio ha demostrado que los perros domésticos (Canis lupus familiaris) que se mantienen entrenados y adquieren permanentemente nuevas capacidades preservan por más tiempo […]
    Pablo Javier Piacente / T21