El Gran Cañón del Colorado, en Estados Unidos, sobrecoge a todo aquel que lo visita, pero no es más que un simple arañazo en la superficie de nuestro planeta si lo comparamos con Valles Marineris, la profunda cicatriz del Planeta Rojo.
Valles Marineris cuenta con una extensión de más de 4.000 km de largo por 200 de ancho, y alcanza una vertiginosa profundidad de 10 kilómetros, 10 veces más largo y cinco veces más profundo que el Gran Cañón del Colorado (en Estados Unidos), lo que le convierte en el mayor cañón de nuestro Sistema Solar.
Esta inédita vista de pájaro de Valles Marineris fue confeccionada a partir de los datos recogidos por la sonda Mars Express de la ESA a lo largo de 20 órbitas. La imagen se muestra en falso color y con la escala vertical realzada cuatro veces.
En esta imagen se puede apreciar una gran variedad de características geológicas, resultado de la compleja historia de la región. Es probable que la formación de este cañón esté directamente relacionada con la del abultamiento de Tharsis, una región de Marte que consiste en una enorme altiplanicie volcánica localizada en la zona ecuatorial del planeta, en el borde occidental de Valles Marineris.
En la imagen, Tharsis se encuentra fuera de plano, a la izquierda, pero en ella es donde se encuentra el Monte Olimpo, el mayor volcán del Sistema Solar, que se eleva aproximadamente entre 22-23 kilómetros sobre la llanura circundante, lo que equivale a tres veces la altura del monte Everest.
Agua y lava en el origen de Marineris
La actividad volcánica queda patente en la naturaleza de las rocas que componen las paredes del cañón y en las llanuras adyacentes, fruto de sucesivas coladas de lava.
A medida que la región de Tharsis se iba hinchando por la acumulación de lava durante los primeros miles de millones de años del planeta, la corteza circundante se fue estirando, resquebrajándose y colapsando, dando lugar al impresionante sistema de fosas de Valles Marineris.
Los complejos patrones de fallas también son resultado de las imponentes fuerzas de extensión a las que estuvo sometida la región.
El más reciente se puede observar claramente en la parte central de la imagen y a lo largo de su borde inferior. Los corrimientos de tierra también son responsables de que el cañón tenga su aspecto actual, especialmente en las fosas situadas más al norte, donde se pueden observar los derrumbes más recientes.
La parte superior de las laderas se erosionó a través del proceso de remoción de masa. Las sondas en órbita al Planeta Rojo, Mars Express entre ellas, han recogido información mineralógica que indica que la región fue remodelada por fuertes corrientes de agua hace cientos de millones de años, aumentando la profundidad del cañón.
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