La materia oscura interacciona consigo misma menos de lo que hasta ahora se pensaba, ha revelado un estudio astronómico realizado con el Telescopio espacial Hubble de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA).
En este, se analizó cómo se comportaba la materia oscura en agrupaciones galácticas, cuando estas chocan (las galaxias están compuestas por materia oscura, estrellas y nubes de gas).
Esta misteriosa materia no se “ve”, es decir, no se ha podido medir directamente, por lo que su existencia se ha deducido a partir de los efectos gravitacionales que tiene sobre el universo visible.
Por tanto, para estudiarla, se puede hacer igual que con la materia visible: observar qué pasa cuando se tropieza con otras cosas. En este caso, los investigadores decidieron analizarla en las colisiones de agrupaciones galácticas por dos razones: porque estas colisiones ocurren naturalmente e implican a la materia oscura; y porque en ellas existe una cantidad de materia oscura suficiente como para que sus efectos sean observables.
Resultados obtenidos
En total, los investigadores analizaron 72 colisiones de agrupaciones galácticas. Estas sucedieron en diferentes tiempos y fueron vistas desde diversos ángulos.
Se descubrió así que la materia oscura, al igual que las estrellas, continuaba su camino sin reducir su velocidad, a pesar de las violentas colisiones entre los conjuntos de galaxias, informa la ESA en un comunicado.
Sin embargo, a diferencia de las estrellas, esto no es así porque la materia oscura esté muy alejada de otra materia oscura durante los choques. De hecho, la teoría más aceptada es que esta materia se distribuye uniformemente por los cúmulos galácticos, así que a menudo las partículas de materia oscura permanecen muy cerca las unas de las otras.
Por tanto, la razón por la que la materia oscura no se frene sería que sus partículas no solo no interactúan con partículas de la materia visible, sino que además interactúan menos con otras partículas de materia oscura de lo que se pensaba. Un estudio previo de la NASA ya había arrojado un resultado similar, explican los investigadores.
Menos incógnitas
Con la constatación de que la materia oscura interacciona consigo misma menos de lo que hasta ahora se creía, los investigadores han logrado reducir las propiedades de esta elusiva materia.
Los teóricos de la física de partículas tendrán que seguir buscándola, pero ahora podrán trabajar en la elaboración de sus modelos con algunas incógnitas menos. La materia oscura podría tener muchas otras propiedades, ricas y complejas.
Referencia bibliográfica:
David Harvey, Richard Massey, Thomas Kitching, Andy Taylor, Eric Tittley. The nongravitational interactions of dark matter in colliding galaxy clusters Science (2015). DOI: 10.1126/science.1261381.
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