Mientras escaneaba el cielo para medir las posiciones y los movimientos de las estrellas de nuestra galaxia, Gaia, la sonda espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzada desde el Puerto Espacial Europeo de la Guayana Francesa en diciembre de 2013, ha descubierto su primera explosión estelar en otra galaxia muy, muy lejana.
Este evento cósmico de gran alcance, bautizado como Gaia14aaa, tuvo lugar en una galaxia situada a unos 500 millones de años-luz de distancia de la Tierra. Se reveló a través de un aumento repentino del brillo galáctico, entre dos observaciones de Gaia separadas entre ellas por un periodo de un mes.
Gaia, que inició su trabajo científico el pasado 25 de julio, sondea repetidamente todo el cielo, de modo que cada una de las cerca de mil millones de estrellas a las que "mira" será examinada un promedio de 70 veces durante el próximo lustro.
"Este tipo de observación repetida es muy útil para el estudio de la naturaleza cambiante del cielo", explica Simon Hodgkin, del Instituto de Astronomía de Cambridge, Reino Unido, en un comunicado de la ESA.
Reuniendo pruebas
Muchas fuentes de estudio astronómico son variables: algunas muestran un patrón regular, con un brillo periódicamente creciente y en declive, mientras que otras pueden sufrir cambios repentinos y drásticos.
Estas fuentes en tránsito pueden indicar algunos de los más potentes fenómenos que se producen en el Universo, como es el caso de la supernova detectada.
No ha pasado mucho tiempo hasta la detección de esta primera ‘anomalía’, en forma de un aumento repentino de la luz proveniente de una galaxia distante. El hallazgo se produjo el pasado 30 de agosto, y se hizo por comparración con el registro de la misma galaxia realizado por Gaia justo un mes antes. En ese momento, el brillo galáctico era mucho más tenue.
"Inmediatamente pensamos que podría ser una supernova, pero necesitábamos más pruebas para respaldar nuestra idea", explica Łukasz Wyrzykowski desde el Observatorio Astronómico de la Universidad de Varsovia, en Polonia.
Esta necesidad de comprobación se debe a que otros eventos cósmicos potentes pueden asimilarse a una supernova de una galaxia lejana, como los estallidos causados por los agujeros negros supermasivos que devoran masa en el centro de algunas galaxias.
Análisis posteriores de Gaia14aaa revelaron que el punto de luz brillante estaba ligeramente separado del núcleo de la galaxia analizada, lo que sugiere que es poco probable que esté relacionado con un agujero negro central.
Además de registrar la posición y el brillo de estrellas y galaxias, Gaia también divide su luz en espectros. Esto permite a los astrónomos buscar la huella de diversos elementos químicos presentes en las fuentes de todas esas luces.
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