Un grupo de neurocientíficos cognitivos ha descubierto que los bebés tienen un sentido numérico abstracto que les permite relacionar el número de voces que oyen con un número de caras determinado, según la investigación The multisensory representation of number in infancy, que publicará la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, de la que la Universidad de Duke anticipa un comunicado.
Según los artífices de esta investigación, este descubrimiento supone que los bebés tienen conceptos numéricos “incorporados” en sus cerebros, incluso antes de que aprendan a hablar. La investigación sugiere que ya a los siete meses los bebés poseen un sentido abstracto de ciertos conceptos numéricos, al menos del “dos” y del “tres”.
Elizabeth Brannon, profesora del Center for Cognitive Neuroscience y del Department of Psychological and Brain Sciences de dicha universidad, junto a su estudiante de doctorado Kerry Jordan, analizaron a pequeños de siete meses, quienes demostraron habilidad para relacionar el número de voces que escucharon con el número de caras que esperaban ver.
El estudio fue realizado con 20 bebés que escucharon por un lado a dos mujeres simultáneamente decir la palabra "mira" y separadamente a un grupo de tres mujeres repitiendo el mismo vocablo. Al mismo tiempo, los bebés podían elegir entre imágenes de vídeo o dos o tres mujeres diciendo la palabra.
Dos y tres superficies
Los investigadores observaron que los bebés se pasaron significativamente más tiempo observando la imagen de vídeo que comparando el número de mujeres que hablaba, lo que ha permitido concluir que los bebés muestran una representación interna de ‘dos superficies’ o ‘tres superficies’ que está separada de las modalidades sensoriales.
Los científicos descubrieron que los bebés observaban más tiempo el vídeo de las tres mujeres… sólo cuando escuchaban tres voces. Y miraban más tiempo las imágenes de dos mujeres sólo cuando escuchaban dos voces. La imagen que elegían coincidía con el número de voces que escuchaban.
Para los investigadores, eso significa que los bebés poseen un un proceso abstracto interno, un sistema compartido entre los niños que todavía no hablan para representar los números. Esto refuerza la idea de que existe un sistema formal de representación numérica en la fase infantil previa al lenguaje, así como en los animales que no poseen lenguaje.
Lo que sugiere esta investigación es que, de alguna manera, los bebés han adquirido la habilidad para percibir números y disociarlos de la información sensorial, lo que en el futuro será útil para el diseño de métodos de enseñanza de matemáticas básicas para los más pequeños.
Representación innata de los números dos y tres
Esta investigación con los bebés es la continuación de otra anterior realizada con monos de la especie macaca mulatta, a los que Brannon y sus colegas presentaron el sonido natural de la llamada de monos de otra especie, usando la voz de dos o tres animales, informó en 2005 otro comunicado de la universidad de Duke.
Al mismo tiempo, los investigadores dieron a elegir a los monos mirar las imágenes de vídeo de diversos grupos de monos, con el fin de comprobar si eran capaces de relacionar el número de voces que oían con una de las imágenes presentadas, en la que aparecía el mismo número de monos que de voces.
Así sucede en la Naturaleza: un mono puede escuchar diversas voces de iguales sin verlos y, sin embargo, sabrá cuántos monos hay. El trabajo se hizo de manera espontánea, para averiguar si los monos tenían ese conocimiento de manera inherente, y para evitar que lo aprendieran previamente.
Coherencia semántica numérica
En otra investigación, Elizabeth Branonn entrenó a los monos para que ordenasen series visuales de pocos elementos siguiendo señales de color. Cuando el fondo de una pantalla era rojo, se les enseñó para que eligieran en primer lugar el valor numérico más pequeño. Cuando el fondo de pantalla era azul, los monos debían escoger la serie con un valor numérico más alto.
Los monos demostraron tener una capacidad de coherencia semántica numérica análoga a la de los juicios comparativos que hacemos los humanos. Esto implica que existe una coherencia semántica numérica en animales sin lenguaje articulado, por lo tanto pre-lingüística, y que la capacidad de comparación en este sentido es común a hombres y a monos.
El estudio sobre los monos fue publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Science en 2005.
Siguientes pasos
El próximo paso que quiere dar Brannon es el de experimentar tanto en bebés como en monos en la percepción de números mayores, con el fin de determinar detalladamente sus capacidades numéricas. Con todo esto, se pretende comprender mejor los orígenes del desarrollo humano de la abstracción numérica.
Tal como explican los investigadores de ambos estudios en Current Biology, los humanos compartimos con los animales un sistema cognitivo para representar números que no requiere el lenguaje. Humanos y animales formamos aproximaciones numéricas independientemente de que estén representando números grandes o pequeños, y sin que tenga que ver si estos conjuntos se presentan visual o auditivamente.
En el caso de los seres humanos, este sentido numérico aproximado ya se encuentra presente antes de los siete meses. Por ejemplo, bebés de seis meses pueden distinguir conjuntos de ocho y dieciséis puntos. Es un sistema que no depende del desarrollo del lenguaje ni de la experiencia cultural, según los investigadores.
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