Desde los telescopios ópticos terrestres, la superficie de Venus se ve cubierta por nubes gruesas compuestas principalmente de dióxido de carbono. Para penetrar este velo, sondas como la nave espacial Magallanes, de la NASA, utilizan el radar para descubrir características notables de este planeta, como montañas, cráteres y volcanes.
Recientemente, mediante la combinación de las capacidades de recepción de alta sensibilidad del Telescopio Green Bank (GBT, West Virginia, EE.UU.) y las del transmisor de radar de gran alcance del Observatorio de Arecibo (Puerto Rico), ambos de la Fundación Nacional de Ciencia estadounidense, los astrónomos han sido capaces de obtener imágenes muy detalladas de la superficie de este planeta sin siquiera dejar la Tierra.
Las señales de radar de Arecibo pasaron a través de la atmósfera de nuestro planeta y de la atmósfera de Venus, donde golpearon la superficie y rebotaron para ser recibidas por el GBT en un proceso conocido como radar biestático.
Esta capacidad es esencial para estudiar no sólo la superficie tal como está ahora, sino también para vigilar posibles cambios. Al comparar las imágenes tomadas en diferentes períodos de tiempo, los científicos esperan detectar tarde o temprano signos de actividad volcánica u otros procesos geológicos dinámicos que podrían revelar pistas sobre la historia y las condiciones geológicas del subsuelo de Venus.
Comparación
Las imágenes de radar de alta resolución de Venus se obtuvieron por primera vez en Arecibo en 1988 y más recientemente por parte de Arecibo y GBT en 2012, con una cobertura adicional a principios de este siglo por parte de Lynn Carter, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Greenbelt (Maryland). La primera de estas observaciones fue un experimento encargado por el GBT.
«Es laborioso comparar imágenes de radar en busca de cambios, pero el trabajo está en curso. Mientras tanto, la combinación de imágenes de este periodo de observación y de uno anterior está produciendo una gran cantidad de conocimiento acerca de otros procesos que alteran la superficie de Venus «, explica Bruce Campbell, científico senior del Centro de Estudios Planetarios y de la Tierra, del Museo Smithsonian del Aire y el Espacio (Washington, D.C.), en la nota de prensa del Observatorio Nacional de Radio Astronomía (NRAO, de la Fundación Nacional de Ciencia).
El Telescopio Green Bank, de 100 metros, es el mayor radiotelescopio totalmente dirigible del mundo. Su ubicación en la Zona Radio- Silenciosa Nacional y la Zona de Radio-Astronomía de West Virginia protege al telescopio, increíblemente sensible, de las interferencias de radio no deseadas, y le permite realizar observaciones únicas.
Referencia bibliográfica:
Bruce A. Campbell, Donald B. Campbell, Gareth A. Morgan, Lynn M. Carter, Michael C. Nolan, John F. Chandler: Evidence for crater ejecta on Venus tessera terrain from Earth-based radar images. Icarus (2015). DOI: 10.1016/j.icarus.2014.11.025
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