Los medicamentos que se administran vía oral actualmente presentan inconvenientes para llegar a las zonas de destino. Por lo general, los fármacos no se disuelven completamente en el sitio adecuado en el caso, por ejemplo, del tracto gastrointestinal. Por ello, un grupo de expertos de la Universidad de Brown han desarrollado un novedoso sistema que pone fin a este problema.
El avance en cuestión se centra en una pastilla magnética capaz de ser guiada hasta el órgano enfermo, un método que podría revolucionar la forma de suministrar los medicamentos en los pacientes. La Universidad de Brown financió la investigación, liderada por sus dos autores Edith Mathiowitz y Bryan Laulicht, de acuerdo a un comunicado de prensa.
«Con esta tecnología ahora se puede guiar las píldoras, tomar algunas muestras de sangre y saber exactamente si la píldora realmente mejora la biodisponibilidad del medicamento en el cuerpo», sostuvo Edith Mathiowitz, profesor de Ciencia médica en el Departamento de Farmacología Molecular, Fisiología y Biotecnología.
Para que el material del sistema no fuese rechazado por el cuerpo, los expertos utilizaron una píldora de gelatina de aspecto convencional, con dos imanes: uno interior y otro exterior. El imán interior fue guiado por la fuerza del imán exterior, de este modo, la píldora fue avanzando hacia el lugar deseado, al mismo tiempo que la fuerza la mantenía en su lugar. El imán externo puede detectar la posición de la píldora porque es opaca a los rayos X. Gracias a ello, los investigadores lograron observarla en los órganos de las ratas durante sus estudios previos.
Haciendo una proyección hacia futuro, el profesor Mathiowitz declaró que este método será muy aplicado por la gente del mañana. “La tecnología podría proporcionar una nueva forma de entregar muchos medicamentos a los pacientes, incluyendo aquellos con cáncer o diabetes”. Además sostuvo que este adelanto podría actuar como una poderosa herramienta de investigación para ayudar a los científicos a entender exactamente en qué parte del intestino se absorben mejor las diferentes drogas.
Esta técnica, hecha pública el 17 de enero en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, si bien no es el primer avance que se realiza con píldoras magnéticas, es la primera vez que los científicos logran controlar la fuerza de un medicamento para que sea seguro en el cuerpo.
Menor fuerza, mayor resultado
Los expertos diseñaron un sistema capaz de detectar la posición de las pastillas y mantenerlas allí con un mínimo de fuerza. «Lo más importante es ser capaz de controlar las fuerzas que se ejercen sobre la píldora con el fin de evitar daños en el tejido que la rodea», enfatizó Mathiowitz. «Si se aplica un poco más de fuerza necesaria, la píldora se puede pegar al imán externo y esto puede generar problemas”.
Para evitar daños, el equipo de investigadores, formado también por los expertos Nicolás Gidmark y Tripathi Anubhav, tomó medidas cuidadosas y elaboró un sistema magnético externo por computadora y sofisticados mecanismos de retroalimentación.
El paso siguiente en la investigación consistirá en comenzar con la entrega de medicamentos con el sistema y probar su absorción. «Luego se trasladará a los modelos animales más grandes y en última instancia a la clínica», sostuvo Laulicht, ex estudiante graduado. «Tengo la esperanza de que la píldora magnética se utilizará para generar soluciones orales de administración de fármacos y se aplicará a las necesidades médicas no cubiertas anteriormente”, concluyó.
Localization of magnetic pills from Brown PAUR on Vimeo.
Una técnica menos engorrosa
En consonancia con este estudio y en relación a las praxis con elementos magnéticos, investigadores en Alemania han confirmado que las maniobras magnéticas de una cápsula de endoscopio son seguras, bien toleradas y técnicamente factibles para la realización de los análisis pertinentes. Para los especialistas, la maniobrabilidad de la cápsula en el estómago fue excelente y la visualización de la mucosa gástrica y el revestimiento interno del estómago fue satisfactorio en la mayoría de los sujetos, de acuerdo con un reciente estudio.
«Para hacer frente a los problemas con un endoscopio convencional, desarrollamos una nueva herramienta para maniobrar una cápsula con un imán de mano externo, permitiendo la investigación enfocada en todas las regiones del estómago», sostuvo Junta Keller, el autor principal del estudio y encargado del Departamento de Medicina Interna, de la Universidad de Hamburgo (Alemania).
La endoscopia es una técnica terapéutica que consiste en la introducción de una cámara o lente dentro de un tubo o endoscopio a través de un orificio natural, una incisión quirúrgica, una lesión para la visualización de un órgano hueco o cavidad corporal. Este ensayo podría cambiar la técnica de trabajo, ya que la cápsula endoscópica ofrece al paciente una forma más “amigable” de ingresar a su cuerpo.
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