El rover Curiosity de la NASA ha hecho un nuevo descubrimiento: ha hallado evidencias de que, en algún momento, una corriente recorrió con fuerza la región del planeta rojo que ahora mismo analiza el vehículo.
Las prueba consiste en imágenes de gravas forjadas por antiguos arroyos, y que los científicos calculan podrían tener miles de millones de años.
Los investigadores están estudiando fotografías de estas piedras, cimentadas en una capa de roca. Sus tamaños y formas proporcionan pistas sobre la velocidad y la distancia alcanzada por el flujo de una antigua corriente.
«Por el tamaño de la grava que llevaba este flujo, podemos deducir que el agua se movía a alrededor de un metro por segundo, y que su profundidad podría ubicarse en algún punto entre el tobillo y la cadera», afirma el co-investigador del proyecto Curiosity, William Dietrich, de la Universidad de California, en Berkeley, en un comunicado de la NASA.
El rango del tamaño de estas gravas se encuentra entre el de un grano de arena y el de una pelota de golf. Algunas son angulares, pero muchas son redondeadas. Estas formas indican que fueron transportadas, mientras que su tamaño señala que no pudieron ser transportadas por el viento, afirman los investigadores.
«Se han escrito muchos artículos sobre los canales de Marte, con hipótesis muy diversas sobre las posibles corrientes del planeta rojo. Ésta es la primera vez que realmente estamos viendo grava transportada por agua en Marte, lo que supone pasar de la especulación sobre el tamaño del material de los lechos a la observación directa del mismo”, añade Dietrich.
Flujos continuos o repetitivos
El sitio analizado se encuentra entre el borde norte del cráter Gale y la base del Monte Sharp, una montaña situada en el interior de dicho cráter.
Las primeras imágenes de la región de la órbita de Marte permiten una interpretación adicional del conglomerado de grava. Las fotos muestran un abanico aluvial de materiales arrastrados desde el borde del cráter, surcado por numerosos canales apreciables.
La forma redondeada de algunas de las piedras del conglomerado indica que estas fueron transportadas una larga distancia desde la parte superior del borde, en la que un canal denominado Paz Vallis desembocaba hacia el abanico aluvial.
La abundancia de canales en dicho abanico sugiere, por otro lado, que en aquella zona existieron flujos continuos o repetidos durante mucho tiempo, y no sólo una vez o por unos pocos años.
El descubrimiento ha sido el resultado del examen realizada con el teleobjetivo de la cámara del Curiosity, durante los primeros 40 días después del aterrizaje del rover en el planeta rojo.
En el entorno en el que ahora se encuentra el vehículo, los científicos de la NASA podrán utilizar Curiosity para conocer la composición elemental de los materiales allí presentes, un análisis que podría revelar características del medio ambiente húmedo que formó estos depósitos.
¿Sería ese ambiente húmedo una prueba de que, alguna vez, hubo vida en Marte? Según los investigadores, no es eso lo que busca Curiosity. El rover solo está analizando la habitabilidad del planeta. En este sentido, la zona encontrada, surcada de canales, constituye el primer entorno potencialmente habitable hallado en el planeta rojo.
Pruebas previas de la existencia de agua en Marte
2010. Científicos del Imperial College de Londres y del University College de Londres, del Reino Unido, afirman que, hace 3.000 millones de años, Marte era un planeta cálido y húmedo, que albergaba lagos de gran tamaño producidos por el hielo fundido durante la Era Hespérica, la segunda de las tres eras geológicas marcianas. Esta afirmación fue fruto del análisis de imágenes en alta resolución tomadas por el Orbitador de Reconocimiento de Marte de la NASA.
2010. Científicos de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, descubren nuevas evidencias de un gran océano que cubrió nada menos que un tercio de la superficie de Marte, hace 3,5 mil millones de años.
2011. La sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) envía imágenes del planeta rojo que muestran la cordillera de Phlegra Montes, una región de Marte en la que las inspecciones radar indican la existencia de grandes cantidades de agua helada bajo la superficie.
2012. La sonda Mars Express de la ESA encuentra pruebas, gracias a su radar MARSIS, que indican que una parte de Marte estuvo cubierta por un océano.
2012. Las sondas Mars Express de la ESA y Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA encuentran pruebas de la existencia de acuíferos subterrános en Marte durante sus primeros miles de millones de años.
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