Tendencias21

Una revolución de energía limpia contra el cambio climático

El pequeño comedor Lefties Food Stall, en Barbados, que ofrece los emblemáticos sándwiches de pez volador, es el primer local de venta de comida que en esta isla del Caribe cuenta con un panel solar. Cerca de allí, las duchas públicas también instalaron uno, y lo mismo hizo un refugio de autobuses que queda cruzando […]

Niños y niñas aprenden sobre energía solar durante una exhibición en Georgetown, Guyana. Crédito: Cortesía de CREDP.

Niños y niñas aprenden sobre energía solar durante una exhibición en Georgetown, Guyana. Crédito: Cortesía de CREDP.

Por Richard Schiffman
BRIDGETOWN, Barbados, Jul 21 2014 (IPS)

El pequeño comedor Lefties Food Stall, en Barbados, que ofrece los emblemáticos sándwiches de pez volador, es el primer local de venta de comida que en esta isla del Caribe cuenta con un panel solar.

Cerca de allí, las duchas públicas también instalaron uno, y lo mismo hizo un refugio de autobuses que queda cruzando la calle, la comisaría local y las numerosas casas coloridas en la avenida costera que lleva a la capital, Bridgetown.

Como muchas otras pequeñas naciones insulares, Barabados debe importar todo el petróleo que usa para producir electricidad. Esto la vuelve cuatro veces más cara que en Estados Unidos, un país rico en combustible.

El elevado costo de la electricidad se convirtió en una oportunidad para la naciente industria solar de Barbados. Casi la mitad de las viviendas tienen calentadores solares de agua en sus techos, lo que termina siendo redituable porque la factura del servicio termina bajando en menos de dos años. Cada vez más, sectores como la pequeña planta de desalinización, instalan dispositivos solares para cubrir una parte de sus necesidades energéticas.

La energía solar avanza gracias a incentivos impositivos para consumidores y empresarios verdes. En junio, el primer ministro de Barbados, Freundel Stuart, prometió que este país produciría 29 por ciento de su energía a partir de fuentes renovables para fines de la próxima década.Es hora de tener un Plan Marshall para la energía limpia, no reconstruir naciones destruidas por la guerra, sino ayudar a proteger nuestro asediado sistema climático de más daños.

Es un objetivo más bien conservador, pero aun así es el doble de lo que Estados Unidos produce de con fuentes renovables. No será difícil de alcanzar, pues no solo la isla goza de abundante sol, sino que tiene vientos capaces de mover turbinas eólicas todo el año y residuos de caña de azúcar, o bagazo, que sirven para producir biocombustible.

El gobierno de Barbados, además, busca aprovechar la energía de las mareas, así como introducir la conversión de la energía térmica del océano, una tecnología que emplea la diferencia de temperatura entre las corrientes profundas más frías y las superficiales más cálidas para generar electricidad.

Las tecnologías de energía limpia avanzan poco a poco en el Caribe, y el vecino Estados Unidos, el principal emisor de gases contaminantes de la historia, debería prestar atención.

Región de avanzada

Aruba planifica construir un aeropuerto a base de energía solar de 3,5 megavatios, quizá el mayor proyecto de este tipo en el mundo. La isla, de habla holandesa, combinó la energía eólica y la solar con medidas para mejorar la eficiencia y logró bajar las importaciones de crudo ahorrándose unos 50 millones de dólares al año.

Las islas volcánicas de Nieves, Montserrat y San Vicente contrataron empresas geotérmicas islandesas para realizar proyectos exploratorios y determinar cómo aprovechar sus vastas reservas. Por su parte, la montañosa Dominica cubre alrededor de la mitad de su demanda con la energía hidráulica.

Las naciones insulares del Caribe no solo tienen abundantes recursos para desarrollar las energías limpias, sino que tienen razones de peso para hacerlo. La región es una de las que más paga en el mundo por el consumo de energía, lo que perjudicó su desarrollo industrial y agotó sus reservas de divisas.

La isla también tiene ecosistemas frágiles como manglares y arrecifes de coral, que son muy vulnerables a los derrames de petróleo y a la contaminación. Y muchos países como Barbados dependen de los turistas, quienes solo acuden en tropel si los lugares permanecen limpios y verdes.

Pero la mayor razón para reducir las emisiones de carbono es el peligro que supone para estas naciones insulares que no se tomen medidas contra el cambio climático. Y, de hecho, este fenómeno ya tiene un gran impacto. En los últimos años, las lluvias en la zona oriental del Caribe supusieron una amenaza para la agricultura y los escasos suministros de agua subterránea.

El nivel del mar aumenta, al igual que la acidification del océano, y el recalientamiento mató a los arrecifes de coral protectores, lo que causó la erosión costera. Además, esta región propensa a huracanes sufre sus embates cada vez con más frecuencia y más fuerza.

En San Vicente y las Granadinas, sucesivas tormentas arrasaron las islas en 2010, 2011 y 2012, lo que llevó a una pérdida anual de 17 por ciento del producto interno bruto (PIB ) de ese país en desarrollo, así como destruyó cientos de viviendas y dejó decenas de personas muertas.

El gobierno de Barbados encargó un estudio de análisis de la economía verde, preparado junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y divulgado en Bridgetown en junio, que incluye recomendaciones sobre cómo lograr que la agricultura, la pesca, el transporte y la energía sean más sostenibles.

Un plan Marshall para el Caribe

Actualmente, la producción de energía en el Caribe es cualquier cosa menos sostenible. El fallecido presidente socialista de Venezuela, Hugo Chavez, ofreció a muchas de las islas de esta región préstamos a largo plazo y concesiones para obtener crudo barato. Y su sucesor ha hecho lo posible por mantener los modestos subsidios.

Pero nadie sabe cuánto durará esa generosidad dada la actual crisis económica que atraviesa Venezuela, y menos qué pasará con las economías insulares, ya exigidas, cuando tengan que pagar por el precio total del crudo.

El Caribe necesita lograr la independencia energética para crecer. Pero la infraestructura no es barata. Hay dificultades técnicas relacionadas con la estabilidad del tendido eléctrico que pocas naciones pequeñas pueden resolver. Además, la poca demanda de electricidad en estas islas no ayuda a captar inversores internacionales.

Además, países como Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Granada, Barbados y Antigua y Barbuda cargan con deudas públicas que suelen exceder sus respectivos PIB anuales.

Las grandes potencias industriales, que son responsables de estos problemas de las naciones insulares, deberían dar una mano a quienes sufren más a causa del cambio climático. Los préstamos de los bancos de desarrollo internacional, así como la transferencia de tecnología y la capacitación de los países más ricos, servirían mucho.

Con su ayuda a que estas islas, geográficamente cerca de Estados Unidos, se vuelvan verdes, Washington no solo logrará reducir los gases invernadero para todos, sino que también creará oportunidades para aprender lecciones valiosas sobre cómo superar los varios desafíos técnicos que aparecen.

Las vulnerables islas del Caribe son un laboratorio perfecto para probar soluciones a pequeña escala que pueden llegar a servir para una infraestructura mucho más compleja como la de Estados Unidos.

Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Estados Unidos usó su poderío económico para ayudar a reconstruir las destruidas economías de Europa mediante el Plan Marshall. Es hora de tener un Plan Marshall para la energía limpia, no reconstruir naciones destruidas por la guerra, sino ayudar a proteger nuestro asediado sistema climático.

El Caribe, bendecido con mucho sol, viento y energía geotérmica, es un buen lugar para comenzar.

Richard Schiffman se especializa en ambiente, que visitó Barbados en junio. Este artículo fue originalmente publicado por Foreign Policy in Focus.

Artículos relacionados

Fuente : http://www.ipsnoticias.net/2014/07/una-revolucion-…

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Descubren cómo nuestro cerebro predice el futuro 14 noviembre, 2024
    El cerebro hace mucho más que procesar información: aprende de experiencias pasadas y hace predicciones sobre el futuro inmediato. Así podemos vivir con seguridad las experiencias cotidianas.
    Redacción T21
  • Descubren una extraña criatura fantasmal desconocida en lo profundo del océano 13 noviembre, 2024
    Un grupo de investigadores ha revelado recientemente una variedad desconocida de nudibranquio, una extraña criatura marina que nada libremente en los mares a más de 2.200 metros de profundidad, iluminada por un brillo bioluminiscente y adornada con una capucha ondulante, que le confieren un aspecto fantasmal. Se trata del primer nudibranquio conocido de su tipo, […]
    Pablo Javier Piacente
  • Nuestros antepasados usaron herramientas hace más de 3 millones de años 13 noviembre, 2024
    Un nuevo estudio que ha analizado los huesos de las manos de australopitecos, simios y humanos revela que el uso de herramientas probablemente evolucionó antes del surgimiento del género Homo: nuestros antepasados homínidos habrían comenzado a dominarlas hace más de 3 millones de años, iniciando una práctica cultural y tecnológica que se creía propia de […]
    Pablo Javier Piacente
  • Es hora de reconstruir una Valencia que sea física, política y económicamente resiliente 13 noviembre, 2024
    La tragedia de Valencia es la suma de la crisis climática y de una gobernanza que ha priorizado el lucro de unos pocos y el crecimiento descontrolado por encima de la seguridad de las personas. Una financiación autonómica injusta y una insuficiente comprensión de los riesgos climáticos que la ciencia anuncia completan una catástrofe anunciada.
    Fernando Valladares, Agnès Delage Amat y Rafael Jiménez Aybar (*)
  • Japón lanza el primer satélite de madera al espacio 12 noviembre, 2024
    En el marco de una misión que tiene como objetivo primordial probar la hipótesis sobre la utilidad que podrían tener ciertos tipos de madera en la industria aeroespacial, investigadores japoneses lanzaron recientemente al espacio un pequeño satélite de madera. El equipo experimental fue transportado a la Estación Espacial Internacional (ISS) y se desplegará en órbita […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los microplásticos pueden crear nubes y modificar el clima de la Tierra 12 noviembre, 2024
    Los microplásticos, directamente relacionados con los desechos industriales generados por la actividad humana y que están implicados en algunos de los problemas ambientales más graves que aquejan al planeta, también podrían producir nubes y modificar directamente el clima. Según un nuevo estudio, las partículas microplásticas pueden crear cristales de hielo a temperaturas de 5 a […]
    Pablo Javier Piacente
  • La memoria no solo reside en el cerebro, sino que está en todas las células del cuerpo 12 noviembre, 2024
    Un nuevo estudio ha descubierto que la memoria no es exclusiva del cerebro, sino que es una capacidad natural de todas las células que, por ejemplo, permite al páncreas recordar el patrón de nuestras comidas pesadas para mantener niveles saludables de glucosa en la sangre.
    Redacción T21
  • La IA podría producir hasta 5 millones de toneladas de residuos electrónicos en 10 años 11 noviembre, 2024
    La Inteligencia Artificial (IA) depende de mejoras tecnológicas rápidas, incluida la infraestructura de hardware y los chips. Las actualizaciones necesarias para seguir el ritmo del crecimiento de la tecnología podrían agravar los problemas existentes en cuanto a la acumulación de desechos electrónicos: al generar que los equipos se vuelvan obsoletos cada vez con mayor rapidez, […]
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren cómo las neuronas controlan el cerebro 11 noviembre, 2024
    El cerebro es una maravilla de la eficiencia, que logra adaptarse y prosperar en un mundo que cambia rápidamente. A pesar de décadas de investigación, los científicos no han logrado revelar aún cómo el cerebro logra coordinar su actividad: ahora, un nuevo estudio ha descubierto la forma en que las neuronas, las células responsables de […]
    Pablo Javier Piacente
  • El ADN reescribe la historia de las víctimas de Pompeya 11 noviembre, 2024
    Algunos de los residentes que murieron juntos en la erupción volcánica del Vesubio en el año 79 d.C. no eran familiares biológicos, y otros que fueron percibidos como mujeres eran en realidad hombres. Los análisis de ADN también proporcionan nuevos conocimientos sobre la estructura de la población de Pompeya.