Tendencias21

A la bioquímica se le escapa algo esencial

Enamorarse o sentir el instinto maternal son procesos con una base físico-química obvia pero, ¿acaso es esa una explicación suficiente a esas cosas que nos suceden? Las respuestas cerradamente reduccionistas a estos procesos socavan viejos cimientos filosóficos y pueden abocarnos al sinsentido. Es tarea del hombre del siglo XXI, buscar nuevas y radicales formulaciones, so pena de caer en el nihilismo más negro. ¿O es que hay que vendarse los ojos? Por Blas Lara (*).

A la bioquímica se le escapa algo esencial

Sabemos que si se inyecta en una determinada región del cerebro de una oveja virgen una cantidad extremadamente pequeña de una hormona, la oxitocina, se pueden inducir en la hembra animal unos comportamientos característicamente maternos hacia crías que no son suyas (seguramente también en una mujer). ¿Origen químico de los instintos?

El problema de fondo es el mismo sobre el que escribí recientemente, en un artículo sobre la bioquímica del amor. ¿Se puede postular que el enamoramiento sea pura y solamente bioquímica?

Una respuesta cerradamente reduccionista socava los viejos cimientos del edificio filosófico que cobija al pensamiento cristiano clásico. Aparte de que el reduccionismo materialista nos aboca a un existencialismo de desesperación, absurdo y sin sentido.

Entiendo que el pensamiento occidental, y particularmente el cristiano, tiene que ser capaz de afrontar con valentía las bases de cuestiones eternas, partiendo de los datos de la ciencia contemporánea. Hay muchas cuestiones, especialmente las relativas al cerebro y al espíritu que convendría tratar de reformular.

Materia y vida

Menciono alguna de las características más simples que diferencian la materia inerte por ejemplo, un trozo de metal de la materia viva (que compone a un organismo cualquiera).

Por una parte, en la materia inerte, incluso considerando las estructuras de los cristales, no se dan ni el mismo grado de unidad ni el mismo nivel de integración “arquitectural” de componentes que en la materia viviente.

En esta unidad del organismo vivo se pueden destacar varios, más bien múltiples, sistemas jerárquicamente organizados, que funcionan secuenciados con controles muy finos de los parámetros directores.

Por otra parte, en la materia inerte hay una estabilidad en el conjunto de sus partes átomos, moléculas , desplegadas en el espacio y mantenida gracias a fuerzas físicas; mientras que en la materia viva lo que hay es una estabilidad funcional en continua autoconstrucción: despliegue en el tiempo, replicación, metabolismo, mecanismos de selección natural, etc.

Estas diferencias -que todo el mundo percibe- parece que bastarían para asentar la proposición de que una cosa es la materia, y otra es la vida y los fenómenos que conlleva.

Paralelamente, diríamos que una cosa son las moléculas de las hormonas de oxitocina y otra los comportamientos maternales de la hembra oveja.

Y, sin embargo, la ciencia contemporánea continua explorando la « a-bio-poiesis» que eliminaría las diferencias ontológicas entre la materia inerte y la materia viviente

Con ese nombre, a-bio-poiesis, derivado del griego, se designan hoy los estudios de los orígenes de la vida, en particular en el planeta Tierra. Excluyendo, bien entendido, la intervención directa de un Agente Divino (Dios).

(Un tratamiento científico de este tema lo pueden encontrar en un libro bien documentado y muy equilibrado: Sobre el origen de la vida, de Manuel Martínez Luque-Romero, un investigador que posee amplios conocimientos tanto científicos como filosóficos).

Últimos descubrimientos sobre la vida

Han quedado establecidos por la investigación actual, de manera teórica y a veces empírica pero siempre con solidez y coherencia, los elementos de doctrina siguientes:

• De todas y cada una de las características que se atribuyen a la vida: replicación, metabolismo, mecanismos de selección natural, etc… es constatable científicamente que existen amagos – más que eso – inicios, ensayos evidentes, en la materia inerte prebiótica. No es aquí el lugar apropiado para apuntalar estas afirmaciones. Me remito a una amplia literatura que se puede encontrar hasta en Internet (o en la obra de Manuel Martínez citada más arriba).

• Tan es así que es más que plausible que la aparición de la vida se pueda ya explicar a partir de la química en términos teóricos, aunque por ahora parcialmente.

• De ahí se puede inferir también, con cierta probabilidad, que tiene que haber vida de una forma u otra en los espacios interestelares, puesto que la química y sus leyes son idénticas en cualquier lugar y tiempo del universo. Con tal de que, en ese lugar y tiempo, se den las condiciones físicas y químicas apropiadas para la emergencia del material biótico.

• Geólogos y paleontólogos han hecho ya un inventario de una serie de acontecimientos susceptibles de propiciar los procesos de biogénesis, basado en la ocurrencia de esas condiciones favorables en la historia del planeta Tierra.

• Si el Big Bang aconteció hace 13,8 Ga (mil millones de años), el origen del planeta Tierra se sitúa hace unos 4,54 Ga. Los primeros indicios de vida, fósiles bióticos, han sido localizados hace 3,5 Ga en Akilia, Groenlandia.

• Por consiguiente, tratamos aquí de enunciados relativos a eventos históricos. No de meras construcciones metafísicas de valor epistemológico cuestionable. Contra facta non valent argumenta.

Queda la eterna pregunta sobre el sentido

No se puede, de ninguna manera, ignorar estos datos de la ciencia. Como no se puede ignorar, en nombre de mitos y creencias, la existencia de los dinosaurios, la teoría darwiniana u otra variante de la evolución de las especies, Lucy, la existencia de homínidos, etc. Es ceguera, quizás confortable, pero no intelectualmente honrada.

Como dice Manuel Martínez, estas teorías nos explican incompletamente pero de manera plausible el cuándo, y el cómo de los orígenes de la vida. Pero no el para qué. Falta el sentido, y el impulso, cuando no una forma de diseño.

Al interrogarnos sobre el sentido y el para qué, nos adentramos ya en la metafísica. Un dominio en el que los científicos no tienen derecho a entrar y, si desean hacerlo, habrán de quitarse la bata blanca de científicos y despojarse de la autoridad que tenían antes de entrar en ese terreno.

Un axioma oculto en los argumentos reduccionistas

El punto de partida implícito – un axioma oculto que subyace a los razonamientos cerradamente reduccionistas de ciertos científicos- es que no hay pregunta que no pueda ser respondida en términos de física y química.

El fallo grave de este axioma, o presupuesto, es que no hay manera de probarlo. Para creer en él hay que asumirlo sin más interrogación. Se ha cambiado una fe por otra fe, dado que fe es suspender la acción de la inteligencia y someterse pre-críticamente a una manera de ver el mundo (Teilhard de Chardin).

En conclusión. Los señores, que viven instalados en arcaicas visiones del mundo pre-darwinianas, ¡tendrán que buscar otras explicaciones!

Es tarea del hombre del XXI, buscar nuevas y radicales formulaciones, so pena de caer en el nihilismo más negro. ¿O es que hay que vendarse los ojos?

Abanico de actitudes ante el conocimiento y la realidad

1. Los creacionistas ingenuos. Tanto los que se atienen a la literalidad de la Biblia, como los que son prácticamente dualistas, cartesianos in saberlo. Son actitudes cómodas, porque proveen con respuestas “prêt-à-porter” para todo.

2. Los que ya lo saben todo porque han oído campanas sobre la evolución, la teoría atómica, el Big Bang, etc. En razón de esos conocimientos, más o menos profundos, se dicen materialistas convencidos y se autoproclaman ateos satisfechos.

3. Los que saben que la ciencia actual nos ofrece conocimientos fragmentados, parciales y descosidos de lo real. Vamos en la buena dirección, pero asintóticamente. Nunca llegaremos al Todo. Pero seguiremos buscando. “Voy todavía” (Oscar Varela). Haciendo camino al andar.

4. Los que se sienten frustrados porque no se resignan a aceptar nuestra irrevocablemente limitada condición humana. “Acudan a otra ventanilla” (Rafael Blasco Plà) es siempre la respuesta que encuentran por el camino de la ciencia. En consecuencia, fieles a su búsqueda de absoluto y de sentido, se tornan hacia la vía mística o la ética del Amor universal.

5. Los que pasan de la cuestión. Donde no hay respuesta, no existe el problema.

(*) Blas Lara ha sido catedrático de la universidad de Lausanne y Jefe del departamento de Informática, Investigación Operativa y Estadística de Nestlé (Vevey). Es editor del Blog Negociación de Tendencias21.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Crean un arma de rayo de energía inspirada en la Estrella de la Muerte de la saga Star Wars 14 noviembre, 2024
    Científicos chinos afirman haber hecho realidad el arma de haz de energía convergente que utiliza la estación espacial Estrella de la Muerte en la saga Star Wars: el sistema dirige una serie de haces de alta potencia a un solo objetivo. En la práctica, el arma podría tener un impacto letal al permitir desplegar múltiples vehículos […]
    Pablo Javier Piacente
  • Una isla rusa desaparece por completo del mapa en el Ártico 14 noviembre, 2024
    Un grupo de escolares y estudiantes universitarios descubrió que una isla rusa en el Ártico ha desaparecido recientemente, después de comparar imágenes satelitales del área para un proyecto educativo. La Sociedad Geográfica Rusa confirmó la desaparición de la isla helada Mesyatseva, aparentemente como consecuencia de los efectos del calentamiento global y el cambio climático antropogénico.
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren cómo nuestro cerebro predice el futuro 14 noviembre, 2024
    El cerebro hace mucho más que procesar información: aprende de experiencias pasadas y hace predicciones sobre el futuro inmediato. Así podemos vivir con seguridad las experiencias cotidianas.
    Redacción T21
  • Descubren una extraña criatura fantasmal desconocida en lo profundo del océano 13 noviembre, 2024
    Un grupo de investigadores ha revelado recientemente una variedad desconocida de nudibranquio, una extraña criatura marina que nada libremente en los mares a más de 2.200 metros de profundidad, iluminada por un brillo bioluminiscente y adornada con una capucha ondulante, que le confieren un aspecto fantasmal. Se trata del primer nudibranquio conocido de su tipo, […]
    Pablo Javier Piacente
  • Nuestros antepasados usaron herramientas hace más de 3 millones de años 13 noviembre, 2024
    Un nuevo estudio que ha analizado los huesos de las manos de australopitecos, simios y humanos revela que el uso de herramientas probablemente evolucionó antes del surgimiento del género Homo: nuestros antepasados homínidos habrían comenzado a dominarlas hace más de 3 millones de años, iniciando una práctica cultural y tecnológica que se creía propia de […]
    Pablo Javier Piacente
  • Es hora de reconstruir una Valencia que sea física, política y económicamente resiliente 13 noviembre, 2024
    La tragedia de Valencia es la suma de la crisis climática y de una gobernanza que ha priorizado el lucro de unos pocos y el crecimiento descontrolado por encima de la seguridad de las personas. Una financiación autonómica injusta y una insuficiente comprensión de los riesgos climáticos que la ciencia anuncia completan una catástrofe anunciada.
    Fernando Valladares, Agnès Delage Amat y Rafael Jiménez Aybar (*)
  • Japón lanza el primer satélite de madera al espacio 12 noviembre, 2024
    En el marco de una misión que tiene como objetivo primordial probar la hipótesis sobre la utilidad que podrían tener ciertos tipos de madera en la industria aeroespacial, investigadores japoneses lanzaron recientemente al espacio un pequeño satélite de madera. El equipo experimental fue transportado a la Estación Espacial Internacional (ISS) y se desplegará en órbita […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los microplásticos pueden crear nubes y modificar el clima de la Tierra 12 noviembre, 2024
    Los microplásticos, directamente relacionados con los desechos industriales generados por la actividad humana y que están implicados en algunos de los problemas ambientales más graves que aquejan al planeta, también podrían producir nubes y modificar directamente el clima. Según un nuevo estudio, las partículas microplásticas pueden crear cristales de hielo a temperaturas de 5 a […]
    Pablo Javier Piacente
  • La memoria no solo reside en el cerebro, sino que está en todas las células del cuerpo 12 noviembre, 2024
    Un nuevo estudio ha descubierto que la memoria no es exclusiva del cerebro, sino que es una capacidad natural de todas las células que, por ejemplo, permite al páncreas recordar el patrón de nuestras comidas pesadas para mantener niveles saludables de glucosa en la sangre.
    Redacción T21
  • La IA podría producir hasta 5 millones de toneladas de residuos electrónicos en 10 años 11 noviembre, 2024
    La Inteligencia Artificial (IA) depende de mejoras tecnológicas rápidas, incluida la infraestructura de hardware y los chips. Las actualizaciones necesarias para seguir el ritmo del crecimiento de la tecnología podrían agravar los problemas existentes en cuanto a la acumulación de desechos electrónicos: al generar que los equipos se vuelvan obsoletos cada vez con mayor rapidez, […]
    Pablo Javier Piacente