Científicos de la Universidad de Edimburgo (Escocia) y de otros países han descifrado el código genético de las ovejas para revelar cómo se convirtieron en una especie distinta de las cabras, hace alrededor de cuatro millones de años.
El estudio, que se publica hoy en la revista Science, es el primero en identificar las diferencias genéticas que hacen a las ovejas diferentes de otros animales. Los hallazgos podrían ayudar al desarrollo de pruebas de ADN para acelerar los programas de cría selectiva, lo que ayudaría a los ganadores a mejorar sus animales.
La investigación ha identificado los genes que dan su lana a las ovejas y ha descubierto características de su sistema digestivo, que las hace estar tan bien adaptadas a una dieta de hierba y otras plantas de baja calidad.
También constituye el panorama más completo hasta ahora de la compleja biología de oveja. Otros estudios que utilicen este recurso podrían revelar nuevos conocimientos sobre las enfermedades que afectan al ganado ovino.
Los investigadores del Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo formaron parte de un equipo global, auspiciado por el Consorcio Internacional de Genómica de Ovejas, que ha decodificado la secuencia del genoma de las ovejas domésticas. El equipo comparó los genes de la oveja con los de otros animales, incluidos los seres humanos, vacas, cabras y cerdos.
El análisis identifica varios genes que están asociados con la producción de lana. También revela genes que están detrás de la evolución del rumen, una sala especializada del estómago que descompone el material vegetal para que quede listo para la digestión.
El profesor Alan Archibald, director de Genética y Genómica del Instituto Roslin, recuerda en la nota de prensa: "Las ovejas fueron de los primeros animales en ser domesticados para la agricultura y siguen siendo una parte importante de la economía agrícola mundial. Entender más sobre su composición genética nos ayudará a criar rebaños sanos y productivos".
Otro estudio genético de las ovejas
Hace dos años otro equipo internacional, también auspiciado por el Consorcio de Genómica de Ovejas, publicó otro estudio, en el que analizaba la historia genética de estos animales.
Se identificaron también regiones específicas del genoma de la oveja que parecen haber cambiado rápidamente, y que controlan rasgos como el color del pelaje, el tamaño corporal, la reproducción y, sobre todo, la falta de cuernos, que es uno de los primeros objetivos de la cría selectiva. El estudio aportó asimismo datos sobre los movimientos humanos a lo largo de la historia.
"Un apareamiento frecuente y el fuerte flujo de genes entre animales de diferentes razas ha provocado que la mayoría de las razas modernas de ovejas tengan altos niveles sostenidos de diversidad genética, en contraste con algunas razas de perros y de vacas, que generalmente tienen niveles más altos de consanguineidad", explica James Kijas, de la agencia nacional de ciencia de Australia (Csiro)
"Este alto nivel de diversidad genética significa que los criadores de ovejas pueden seguir esperando fuertes mejoras en importantes aspectos de la producción", añade.
Referencias bibliográficas:
Y. Jiang et al: The sheep genome illuminates biology of the rumen and lipid metabolism. Science (2014). DOI: 10.1126/science.1252806
James W. Kijas et al.: Genome-Wide Analysis of the World’s Sheep Breeds Reveals High Levels of Historic Mixture and Strong Recent Selection. PLoS Biology (2012). DOI: 10.1371/journal.pbio.1001258
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