Una semilla de algodón, llevada a la Luna por la sonda china Chang’e-4, ha sido la primera en brotar en el satélite natural de la Tierra, de acuerdo con los científicos de un experimento de minibiósfera realizado con éxito el martes.
Después de realizar el primer descenso suave en la cara oculta de la Luna, la misión Chang’e-4 llevó a cabo el primer experimento de minibiósfera sobre su superficie.
La sonda llevó, en un contenedor instalado en el módulo de aterrizaje, semillas de algodón, colza, papa y arabidopsis, así como huevos de la mosca de la fruta y algunas levaduras, para formar una minibiósfera simple, según Xie Gengxin, director de diseño del experimento, que depende de la Universidad de Chongqing, en el suroeste de China.
Las imágenes enviadas por la sonda mostraron que un brote de algodón ha crecido bien, aunque no revelaron el crecimiento de otras plantas.
El contenedor tiene forma cilíndrica y está hecho de una aleación de aluminio, mide 198 milímetros de alto y 173 de diámetro y tiene una masa de 2,6 kilos. Contiene agua, tierra, aire, dos pequeñas cámaras y un sistema de control térmico, detalló Xie.
Xie señaló que las patatas pueden ser un muy importante alimento para los viajeros espaciales del futuro. El periodo de crecimiento de la arabidopsis, una pequeña planta floral de la familia del repollo y la mostaza, es corto y fácil de observar. Las levaduras podrían permitir regular el dióxido de carbono y el oxígeno de la minibiosfera, y la mosca de la fruta, como consumidor, aportaría al proceso de fotosíntesis.
Técnicas biológicas
Los investigadores usaron técnicas biológicas para mantener en estado latente las semillas y los huevos durante los dos meses que la sonda pasó por las revisiones finales en el centro de lanzamiento, más los 20 días de viaje por el espacio para recorrer los 384.000 kilómetros que separan la Luna de la Tierra.
Tras el aterrizaje, el 3 de enero, el centro de control de tierra ordenó a la sonda que regase las plantas para empezar el proceso de cultivo. Un tubo dirige la luz natural de la superficie de la luna al contenedor para permitir el crecimiento.
La sonda entró en «modo de reposo» el domingo con la llegada de la noche lunar, que dura cerca de 14 días de la Tierra, durante la cual la temperatura puede caer hasta los 180 grados centígrados bajo cero. «La vida en el contenedor no sobreviviría a la noche lunar», explicó Xie.
El experimento ya ha finalizado. Los organismos se descompondrán gradualmente en el contenedor, perfectamente aislado, y no afectarán al entorno lunar, indicó la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, según sus siglas en inglés).
Aunque los astronautas de la Estación Espacial Internacional ya habían cultivado plantas y en el laboratorio espacial Tiangong-2 se plantó arroz y arabidopsis, esos experimentos se realizaron a órbitas terrestres bajas, a una altitud de unos 400 kilómetros. El entorno lunar, a 380.000 kilómetros de la Tierra, es más complejo.
«No teníamos experiencias similares y no podíamos simular elementos del entorno lunar como la microgravedad y la radiación cósmica», apuntó Xie. Los investigadores confían en que el experimento les aporte conocimientos para construir una base lunar y una residencia en la luna en el largo plazo.
Primer explorador en la cara oculta
Chang’e- 4 es una misión de exploración lunar de China lanzada el 7 de diciembre de 2018, que incorpora un orbitador, un módulo de aterrizador robótico y un rover. Este rover es el segundo módulo lunar y explorador lunar de China y se ha denominado Yutu-2, o Conejo de Jade-2.
Es el primer rover que llega a la cara oculta de la Luna, enfrentará retos considerables debido al complicado terreno del lugar en su futura exploración, indicaron expertos chinos del ámbito espacial.
El explorador tiene capacidad para evitar algunos obstáculos. Si encuentra obstáculos frente a él, puede detenerse y planear por sí solo una nueva ruta. También puede subir algunas colinas y cruzar algunas rocas.
La sonda ha iniciado su exploración científica y se está centrando en estudiar el terreno y las formas de este, el medio ambiente lunar y la composición de las sustancias, dijo Wu Weiren, diseñador en jefe del programa lunar chino.
«Esta es la primera exploración jamás realizada de la superficie de la cara oculta de la Luna. La investigación científica será innovadora y tendrá influencia tanto en el país como en el extranjero», dijo Wu.
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