Contrariamente a lo que se cree popularmente, las personas con una visión ocular perfecta no perciben en realidad todo lo que acontece frente a ellos. El cerebro, simplemente, no lo permite.
Lo hace para no sobrecargar nuestros sentidos. De hecho, el cerebro «amortigua» nuestra percepción, permitiéndonos registrar solo aquello que considera apropiado.
Este proceso se asemeja a la transmisión digital de imágenes, ya que en él se realiza una exploración visual inicial para, después, con el fin de reducir las transmisiones de datos, transmitir solo los cambios introducidos en esa exploración visual inicial.
Ahora, un equipo internacional de investigadores ha logrado algunos resultados sorprendentes en el campo de la percepción visual con el apoyo del Séptimo Programa Marco (7PM) a través de NEURON, la Red del Espacio Europeo de Investigación en Neurociencias (ERA-Net) y del Programa intraeuropeo Marie Curie.
Mediante la aplicación de la estimulación magnética transcraneal (EMT), el proyecto Beyondvis («Cuando la atención y la percepción se unen») ha mejorado las capacidades visuales de un grupo de personas sanas, permitiéndoles percibir mucho más de lo que hay realmente frente a ellos.
Los investigadores, con Antoni Valero-Cabré a la cabeza, creen que una vez desarrolladas las técnicas originales de rehabilitación, su hallazgo podría ser beneficioso para personas con determinadas disfunciones visuales.
En un artículo, publicado en la revista PLoS ONE, los científicos señalan además la posibilidad de utilizarlo para mejorar el rendimiento de aquellas personas que dependen de su agudeza visual para llevar a cabo su trabajo.
Estimular también otras funciones cerebrales
Concretamente, los investigadores descubrieron que, tras la estimulación magnética de un área del hemisferio derecho del cerebro involucrada en la consciencia perceptiva y la orientación de la atención espacial, aumentaba la capacidad de los sujetos para percibir el objeto que aparecía en una pantalla.
El procedimiento no requiere cirugía alguna, ya que se basa en la EMT, que es totalmente no invasiva y utiliza campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro.
La EMT se utiliza en el tratamiento de varias disfunciones neurológicas y psiquiátricas como el Parkinson o la depresión. Además de su aplicación anterior, los científicos han estado investigando también su potencial para mejorar determinadas funciones cerebrales en personas sanas.
El equipo se centró en la parte del hemisferio cerebral derecho conocida como el campo ocular frontal (FEF) para llevar a cabo su estimulación magnética. A pesar de no constituir un área visual primaria, se ha constatado que participa en la planificación de los movimientos ópticos y en la orientación de la atención de cada individuo en su espacio visual.
Si bien los efectos son temporales, se observó que la agudeza visual de personas sanas mejoraba un 12 % detrás someterlas a pulsos únicos de EMT.
Estos pulsos magnéticos tenían una duración de entre 80 y 140 milisegundos (un milisegundo equivale a una milésima parte de un segundo). A modo de comparación, la velocidad media del obturador de una cámara es de ocho milisegundos, mientras que una mosca tarda 3 milisegundos en batir sus alas.
Esto significa que, a pesar de que la visión de un adulto humano sano ya funciona de manera eficaz, todavía se puede mejorar con la aplicación de la EMT. Los investigadores matizan que las mejoras fueron de breve duración, razón por la quieren continuar explorando la posibilidad de utilizar EMT de forma repetitiva en vez de pulsos únicos, para verificar si fuera posible lograr cambios duraderos en la actividad cerebral.
Por el momento manifiestan con orgullo que han probado también que la actividad del campo ocular frontal (FEF) derecho orientada previamente es realmente necesaria en la percepción consciente y que su manipulación no invasiva mediante la EMT puede inducir mejoras relevantes en la sensibilidad perceptiva visual.
Referencia
Chanes, L. et al., Manipulation of Pre-Target Activity on the Right Frontal Eye Field Enhances Conscious Visual Perception in Humans, PLoS ONE, 2012. doi:10.1371/journal.pone.0036232
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