El Laboratorio de Física Aplicada y el Centro de Tecnología de la Educación de la Universidad Johns Hopkins, junto a la Universidad de Baltimore y el Baltimore County Public Schools, el ente que gestiona las escuelas públicas en Baltimore, Estados Unidos, han desarrollado en conjunto el proyecto VLE (Virtual Learning Environment), un entorno de aprendizaje virtual en 3D.
Según los responsables del proyecto, se trata del primero en su tipo en Estados Unidos. El prototipo inicial se encuentra instalado en el Chesapeake High School, una de las escuelas de Baltimore. En este centro educativo, los alumnos podrán emplear estas estrategias de aprendizaje virtual 3D para profundizar en temáticas relacionadas con el medio ambiente.
Esta interesante herramienta tecnológica con aplicación pedagógica es un complejo ambiente virtual que permite reproducir con un importante grado de realidad las características de distintos espacios naturales, favoreciendo de esta manera el conocimiento científico sobre temas geográficos, biológicos y ambientales sin que los alumnos requieran salir de sus aulas.
Según un comunicado de prensa del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, del que también informó el sitio especializado en tecnología de la educación e-School News, este importante avance podría significar un estímulo para la paulatina inclusión de estos dispositivos en distintos estamentos educativos y en diferentes partes del mundo.
Aplicaciones pedagógicas concretas
Para tener una idea del alcance y aplicación de estas herramientas, con VLE es posible que los estudiantes del Chesapeake High School exploren la zona que rodea al monte norteamericano St. Helens en principio en un vehículo, para luego viajar en barco o en avión por otra región y así con distintos medios de transporte, observando la forma en que ha cambiado ese ambiente luego de la erupción del volcán en 1980.
Es fácil de apreciar como el desarrollo de este grupo de ingenieros, científicos y educadores puede propiciar un aprendizaje más significativo para los alumnos, con la posibilidad de vivenciar experiencias directas sin moverse de una silla. Una ventaja que en el caso de las ciencias ambientales cobra aún más valor.
La idea que sustenta la creación de este entorno de aprendizaje virtual está basada en una instalación de visualización 3D que se utilizó en su momento para proyectos del Departamento de Defensa estadounidense y de la NASA. Aunque no existe una profusa bibliografía especializada que compruebe el carácter positivo de estas herramientas pedagógicas, los especialistas del Centro de Tecnología de la Educación de la Universidad Johns Hopkins están convencidos de su importancia.
Además de sostener que este tipo de entornos virtuales puede tener efectos beneficiosos en el aprendizaje de los niños, los expertos creen además que incrementa en gran medida la participación en clase de los alumnos y que propicia un trabajo más activo y creativo del docente, al compararlo con una clase convencional.
La tecnología al servicio de la educación
Es por eso que las nuevas tecnologías y los adelantos de la ingeniería y la informática se emplean cada vez más en el terreno educativo, porque permiten agilizar las clases y acercan en mayor profundidad al alumno a la realidad de las distintas temáticas. En consecuencia, la tecnología de la educación es una especialidad en pleno auge y con gran futuro.
Estas nuevas tecnologías, como el caso del simulador VLE, permiten también una mayor integración entre las diferentes especialidades. De esta manera, con el ejemplo del Monte St. Helens se pudieron aunar conceptos ligados a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en el entorno virtual.
Los especialistas ya se encuentran trabajando para desarrollar otros entornos, con la esperanza de lograr que cada alumno pueda crear su propio medio ambiente. Antes de esta etapa final, el entorno VLE ofrecería próximamente un ambiente similar a la superficie lunar, para estudiar distintas nociones relacionadas con el espacio o la astronomía, entre otras especialidades.
El ambiente de aprendizaje virtual incluye diez pantallas de alta definición y gran amplitud, dispuestas en dos semicírculos de cinco pantallas cada uno, con el propósito de estimular la interacción entre los estudiantes al estilo de un videojuego. Además, presenta un controlador de panel táctil y un laboratorio contiguo dotado de treinta estaciones de trabajo, cada una de las cuales está equipada con tres monitores interconectados que reproducen el mismo ambiente de la sala principal.
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