Un desarrollo de ingenieros y científicos de la Universidad de Washington conocido el año pasado, que permitió la creación de lentes de contacto electrónicas, ha avanzado recientemente hacia aplicaciones impensadas en un primer momento. Se trata de la posibilidad de lograr un monitoreo permanente de distintas características de la salud humana mediante herramientas biométricas colocadas en los mismos lentes de contacto.
De esta forma, se podrían controlar en todo momento los signos vitales, la temperatura corporal o el nivel de glucosa en la sangre, entre otros parámetros de gran importancia para la salud humana. Según el especialista Babak Parviz, director del proyecto y profesor de bionanotecnología de la Universidad de Washington, la potencialidad de estos lentes en el terreno de la salud es realmente inimaginable.
Es que la superficie del ojo contiene datos suficientes sobre el cuerpo humano como para realizar una vigilancia permanente de la salud personal, de acuerdo a Parviz. Estos adelantos en la tecnología de lentes de contacto digitales fueron recogidos en los portales especializados Wired y Spectrum, mientras que la noticia inicial sobre su descubrimiento pertenece a un comunicado de prensa de la Universidad de Washington.
En la actualidad, el avance en la industria tecnológica y en las aplicaciones digitales es una vertiente cada vez más utilizada para el desarrollo de dispositivos dedicados a la salud. Esto incluye el uso de un microscopio móvil para diagnosticar la malaria, el perfeccionamiento de las habilidades de los cirujanos mediante el Wiimote de Nintendo o una aplicación para el iPhone que permite efectuar un seguimiento en los niveles de glucosa de los pacientes tratados por diabetes.
Gran potencialidad en el campo médico
Por consiguiente, una lente de contacto que en principio fue pensada para fenómenos de realidad virtual y que ni siquiera incluía entre sus objetivos la corrección de deficiencias visuales (aunque puede emplearse también con ese fin) puede adquirir un inusitado papel en el mundo de la salud, al permitir el análisis permanente de diferentes parámetros de la actividad del cuerpo humano.
Con el desarrollo de los dispositivos biométricos adecuados, desde la superficie del ojo se podrían medir a través de estas lentes de contacto cuestiones como el nivel de colesterol, sodio, potasio o glucosa, hasta realizar completos análisis de sangre sin que esto insuma ningún esfuerzo por parte de la persona.
Para Parviz, la importancia de este tipo de monitoreo en tiempo real de la salud no puede entenderse porque ha sido imposible en el pasado, pero el ojo humano contaría con grandes potencialidades en este campo, muchas aún por descubrir. Por lo pronto, puede igualmente advertirse la utilidad que tendrían este tipo de indicadores biométricos para el seguimiento de diferentes patologías.
Quizás el reto más importante a superar por esta nueva tecnología para su aplicación en el ámbito de la salud es la temática de la seguridad, ya que el dispositivo entraría en contacto con el ojo. Aunque se han desarrollado pruebas con prototipos en conejos, que han logrado llevar las lentes entre veinte minutos y una hora sin registrar efectos adversos, aún deben superarse otras pruebas de calidad, como por ejemplo la aprobación de la Food and Drug Administration.
La salud a través de los ojos
Además de la mejora visual que podría obtenerse al aplicar diferentes tecnologías digitales en las lentes de contacto, el seguimiento no invasivo de los biomarcadores del usuario y de los indicadores de salud podría significar una verdadera revolución desde distintos puntos de vista.
Es que incorporando diferentes sensores simples sería posible detectar la concentración de una molécula, como por ejemplo la glucosa, en el organismo humano. Al mismo tiempo, los detectores de glucosa que actualmente se están evaluando son solamente una versión primaria de lo que podría obtenerse en los próximos 5 a 10 años, de acuerdo a la rapidez de los avances en bionanotecnología.
La realidad marca que las lentes de contacto son un elemento empleado diariamente por más de cien millones de personas en todo el mundo, constituyendo uno de los únicos productos de consumo masivo en el área de la salud que se mantienen en contacto con el interior del cuerpo humano, a través de fluidos, durante un período prolongado de tiempo.
Para aclarar un poco más la importancia que podría tener este desarrollo, cuando se realiza una prueba de sangre los médicos miden muchos de los marcadores biológicos que se encuentran en las células vivas de la superficie del ojo, y que por lo tanto estarían al alcance de estas lentes de contacto digitales con dispositivos biométricos.
Además de controlar la concentración de colesterol, sodio o potasio en sangre, entre otras aplicaciones, la introducción de un transmisor inalámbrico de datos en las lentes podría permitir la comunicación instantánea con médicos o enfermeras para intercambiar información de importancia, sin muestras o laboratorios de por medio, algo que disminuiría notablemente además la incidencia de errores en los estudios.
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