El rover Curiosity de la NASA ya ha aterrizado en Marte, concretamente, en el cráter Gale del planeta rojo, situado en los bordes de las tierras bajas de Elysium Planitia, segunda región volcánica más grande de Marte. Se calcula que este cráter tiene entre 3,5 y 3,8 mil millones de años de antigüedad.
El robot, cuyo objetivo es determinar la habitabilidad de Marte, estudiar su clima y geología y recoger datos para futuras misiones humanas, ha llegado al planeta rojo tras 36 semanas de viaje y comienza ahora un proceso de investigación de dos años de duración.
La nave espacial Mars Science Laboratory (MSL), que transportó al Curiosity, ha concluido con éxito el aterrizaje más complejo de los intentados en Marte. Con este logro, y según ha declarado Charles Bolden, uno de los responsables del proyecto, en un comunicado emitido por la NASA: “Las ruedas del Curiosity han comenzado a abrir camino a las futuras pisadas humanas en Marte”.
El triunfo en siete minutos
“Curiosity, el rover más sofisticado jamás fabricado, está ahora sobre la superficie del Planeta Rojo, en el que buscará respuestas para viejas cuestiones, como si alguna vez existió vida en Marte o si el planeta rojo podrá albergar vida en un futuro”, añade Bolden.
La consecución ha sido posible gracias a un equipo de unas 600 personas, entre ellas 400 científicos y un equipo español que ha construido la estación meteorológica a bordo del robot. El resto son expertos de vuelo . Todos ellos han sido dirigidos por hombres y mujeres dela NASA y del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de California.
El aterrizaje de Curiosity en Marte supone la superación de los “siete minutos de pánico” tan temidos por los responsables del proyecto: aquel intervalo de tiempo entre el momento en que el todoterreno de la NASA penetró en la atmósfera del planeta rojo y el instante en que Curiosity tocó el suelo.
Finalmente, el rover ha conseguido aterrizar en un punto cercano al pie de una montaña de unos 4.800 metros de altura y 154 kilómetros de diámetro, situada en el interior del cráter Gale.
Por esa razón, John Grunsfeld, otro de los responsables del proyecto señala que: “los siete minutos de terror se han convertido en siete minutos de triunfo”.
Curiosity ya habla desde el planeta rojo
En este momento, “Curiosity nos está hablando desde la superficie de Marte”, afirma el director del proyecto MSL Peter Theisinger, del JPL.
Curiosity ya ha enviado su primera imagen del planeta rojo: de un suelo rocoso situado frente al rover.
Se prevé que en los próximos días lleguen más imágenes, a medida que la misión combine las observaciones del lugar de aterrizaje con actividades de configuración del rover para el trabajo y las pruebas de rendimiento de sus instrumentos y mecanismos.
Curiosity porta 10 instrumentos científicos. Algunas de estas herramientas son las primeras de su tipo utilizadas en Marte, como un instrumento láser que se utilizará para observar a distancia la composición de las rocas.
El rover usará asimismo un taladro y una pala, situados en e extremo de su brazo robótico, para reunir muestras del suelo y de polvo del interior de las rocas, y para después cribar y dividir dichas muestras en el interior de instrumentos analíticos de laboratorio ubicados dentro de Curiosity.
Para portar estas herramientas científicas, Curiosity es dos veces más largo y cinco veces pesado que los otros robots utilizados para la investigación del planeta rojo por la NASA, el Spirit (que aterrizó en Marte en 2004) y el Opportunity (llevado a Marte tres semanas después que el Spirit).
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