En geología, una falla es una discontinuidad que se forma en las rocas someras de la Tierra –a unos 200 kilómetros de profundidad- por el fracturamiento ocasionado por las fuerzas tectónicas. Resulta de gran importancia saber dónde se encuentran las fallas activas para prevenir los daños que ocasionan los terremotos, pero hay muchas zonas del planeta en las que la vegetación impide su estudio.
Según publica la universidad británica de Leicester, un equipo de científicos de los departamentos de geología y geografía de dicha universidad ha dado con una solución para este problema. Se trata de un potente láser que, usado desde un avión, “destapa” las fallas tendentes a terremotos escondidas bajo el bosque, y que nunca han podido ser vistas por los científicos.
Este proyecto ha desarrollado así una técnica que puede aplicarse a terrenos montañosos para deforestar virtualmente el paisaje y revelar los detalles de la topografía que se encuentra bajo los árboles, incluidos los indicios de fallas activas.
Zona conflictiva
Así, por primera vez, se ha utilizado un láser para realizar un mapa de los sistemas de fallas activos en Europa, en las áreas alpinas de alta montaña. El equipo de Leicester ha demostrado que el sistema aerotransportado LIDAR (Light Detection and Ranging) puede detectar indicios de fallas activas en cualquier zona oculta bajo la vegetación.
El objetivo principal del proyecto es comprender mejor los peligros sísmicos presentes en la zona noroeste de Eslovenia, gracias al mapeo de alta resolución de esta región que es una de las zonas con más terremotos de Europa debido a su localización, en dos dominios geológicos: los Alpes y Dinárides.
La zona es tectónicamente muy compleja con fallas que tienden a moverse. En las últimas tres décadas se han registrado en ella tres terremotos significativos. En el año 1511 un gran movimiento sísmico acabó con la vida de 12.000 personas.
La investigación, dirigida por el geólogo de Leicester Dickson Cunningham servirá para descubrir las fallas que serpentean bajo los bosques y también las fracturas visibles que son la consecuencia de movimientos sísmicos del pasado, permitiendo así comprender mejor el sistema y predecir los terremotos que se avecinan.
Sistema alternativo
El sitema LIDAR es el equivalente a un radar pero utiliza la luz (visible, infraroja o ultravioleta). Se trata de un láser situado en un telescopio que registra la señal reflectada por la zona analizada. De esta forma puede medir lo que los sistemas tradicionales, como la foto gavimetría (medición y formación de mapas y diagramas por medio de fotos aéreas), no han podido medir.
El sistema de detección y medición por luz opera emitiendo pulsaciones de láser de alta densidad sobre la superficie, detectando los reflejos subsecuentes. Midiendo el periodo de tiempo entre dichas emisiones de pulsos láser y el correspondiente reflejo, se puede determinar la elevación de la superficie terrestre.
En el terreno forestal, se pueden detectar múltiples reflejos que responden al láser. Generalmente, la primera respuesta es considerada la parte más alta y la última el suelo del bosque. Gracias al uso de algoritmos es posible eliminar los reflejos que se derivan de la altura de los árboles, para revelar así la topografía que hay debajo de éste.
Así, ha sido posible medir la superficie de las fallas de Idrija y Ravne y mapear el terreno que hay bajo la vegetación. Se trata del primer vuelo de prospección con LIDAR jamás realizado en Europa con este propósito.
Los resultados, que han sido publicados por la American Geophysical Union (AGU), han permitido evaluar si las fallas producirán más terremotos importantes o insignificantes en el futuro. Las imágenes obtenidas han suministrado asimismo datos para el análisis detallado de las fallas, y los intervalos recurrentes de terremotos en ellas.
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