Utilizando, entre otros, el Telescopio Green Bank (Virginia Occidental, EE.UU.), un grupo de astrónomos ha determinado que nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, es parte de un supercúmulo descomunal de galaxias recientemente identificado, que ellos han bautizado como Laniakea, que significa paraíso inmenso en hawaiano.
Este descubrimiento aclara los límites de nuestro vecindario galáctico y establece vínculos previamente no conocidos entre los diversos cúmulos de galaxias del Universo local.
"Por fin hemos establecido los contornos que definen al supercúmulo de galaxias al que podemos llamar hogar", señala el investigador principal, R. Brent Tully, astrónomo de la Universidad de Hawai en Manoa, en una nota de prensa del Observatorio Nacional de Radio-Astronomía. "No difiere mucho de descubrir por primera vez que tu ciudad natal es en realidad parte de un país mucho más grande que limita con otras naciones."
El documento que explica este trabajo es el tema de portada de la edición de hoy de la revista Nature.
Los supercúmulos son algunas de las estructuras más grandes del Universo conocido. Se componen de grupos, al igual que nuestro propio Grupo Local, que contienen docenas de galaxias, y cúmulos masivos que contienen cientos de galaxias, todos interconectados en una red de filamentos. Aunque estas estructuras están interconectadas, tienen límites mal definidos.
Cartografía cósmica
Para refinar mejor la cartografía cósmica, los investigadores proponen una nueva manera de analizar estas estructuras de galaxias a gran escala mediante el examen de su impacto sobre los movimientos de las galaxias. Una galaxia situada entre estructuras será atrapada en un tira y afloja gravitacional en el que el equilibrio de las fuerzas gravitacionales de las estructuras a gran escala que la rodean determinará su movimiento.
Utilizando el Telescopio Green Bank (TGB) y otros telescopios de radio para mapear las velocidades de las galaxias en todo nuestro Universo local, el equipo fue capaz de definir la región del espacio donde domina cada supercúmulo. "Las observaciones del TGB han jugado un papel importante en la investigación que lleva a esta nueva comprensión de los límites y las relaciones entre una serie de supercúmulos," señala Tully.
Laniakea Supercluster Preview from Daniel Pomarède on Vimeo.
La Vía Láctea
La Vía Láctea reside en las afueras de uno de estos supercúmulos, cuya extensión ha sido mapeado cuidadosamente por primera vez mediante el uso de estas nuevas técnicas. El llamado Supercúmulo Laniakea tiene 500 millones de años luz de diámetro y contiene la masa de cien millones de millones de soles repartida entre 100.000 galaxias.
Este estudio también aclara el papel del Gran Atractor, un punto focal gravitacional en el espacio intergaláctico que influye en el movimiento de nuestro Grupo Local de galaxias y otros cúmulos de galaxias.
Dentro de los límites del Supercúmulo Laniakea, los movimientos de galaxias se dirigen hacia el interior, de la misma manera que las corrientes de agua siguen caminos descendentes hacia un valle. La región Gran Atractor es un gran valle gravitacional de fondo plano con una esfera de atracción que se extiende a lo largo del Supercúmulo Laniakea.
El nombre Laniakea fue sugerido por Nawa’a Napoleón, un profesor asociado de Lengua Hawaiana y director del Departamento de Lenguas, Lingüística y Literatura del Kapiolani Community College, de la Universidad de Hawai. El nombre hace honor a navegantes polinesios que utilizaron los conocimientos de los cielos para viajar a través de la inmensidad del Océano Pacífico.
El TGB es el mayor radiotelescopio totalmente orientable del mundo. Su ubicación en la tranquila Zona de Radio-Astronomía de Virgina Occidental protege al increíblemente sensible telescopio de interferencias de radio no deseadas. Está adscrito al Observatorio Nacional de Radio-Astronomía, perteneciente a su vez a la Fundación Nacional para la Ciencia estadounidense. Referencia bibliográfica:
R. Brent Tully, Hélène Courtois, Yehuda Hoffman, Daniel Pomarède: The Laniakea supercluster of galaxies. Nature (2014). DOI: 10.1038/nature13674
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