Los investigadores del Csiro (agencia gubernamental de investigación de Australia) y del Imperial College de Londres han evaluado cuán extendida está la amenaza del plástico para las aves marinas del mundo, incluyendo albatros, pardelas y pingüinos, y han descubierto que el 60% de las especies de aves marinas tienen plástico en su estómago.
El estudio, dirigido por Chris Wilcox con los coautores Denise Hardesty y Erik van Sebille, y publicado en la revista PNAS, se ha basado en el análisis de los estudios publicados desde la década de 1960, y ha descubierto que las aves cada vez tienen más plástico.
En 1960, el plástico fue encontrado en el estómago de menos del 5 por ciento de los individuos de aves marinas; en 2010, eran ya el 80 por ciento.
Los investigadores predicen que la ingestión de plástico afectará al 99 por ciento de las especies de aves marinas del mundo en 2050, según las tendencias actuales. Y estiman que el 90 por ciento de todas las aves marinas actualmente vivas han comido plástico de algún tipo.
Esto incluye bolsas, tapones de botellas, y fibras de plástico de ropa sintética, que han llegado al océano procedentes de ríos urbanos, alcantarillas y depósitos de residuos.
Ingesta
Las aves confunden los objetos de colores brillantes con comida, o los tragan por accidente, y esto produce daños en el intestino, pérdida de peso y, a veces incluso la muerte.
«Por primera vez, tenemos una predicción global de cómo de grande puede ser el impacto del plástico sobre las especies marinas -y los resultados son sorprendentes», dice Wilcox, de Csiro Océanos y Atmósfera, en la nota de prensa del centro.
«Podemos predecir, utilizando observaciones históricas, que el 90 por ciento de las aves marinas individuales han comido plástico. Esta es una cantidad enorme y realmente señala una ubicuidad de la contaminación plástica».
Su compañera Hardesty dice que las aves marinas son excelentes indicadores de la salud del ecosistema. «Hemos llegado a encontrar casi 200 piezas de plástico en una sola ave», dice.
Zonas más afectadas
Según la investigación, los plásticos tendrán el mayor impacto sobre la vida silvestre en el océano Antártico, en una banda alrededor de los bordes meridionales de Australia, Sudáfrica y América del Sur.
Van Sebille, del Instituto Grantham del Imperial College de Londres, dice que los plásticos tuvieron un impacto más devastador en las áreas donde había mayor diversidad de especies. «Estamos muy preocupados por especies como los pingüinos y los albatros gigantes, que viven en estas áreas», dice. «Aunque las manchas de basura en medio de los océanos tienen densidades sorprendentemente altas de plástico, muy pocos animales viven ahí.»
Futuro
Hardesty cree que aún hay oportunidad de cambiar la situación. «Mejorar la gestión de residuos puede reducir la amenaza que supone el plástico para la fauna marina», dice. «Incluso medidas simples pueden marcar la diferencia, como la reducción de los envases, la prohibición de los artículos de plástico de un solo uso o imponer una tasa por usarlos, y la introducción de depósitos para artículos reciclables como envases de bebidas».
«Los esfuerzos para reducir la presencia de plásticos en el medio ambiente en Europa dio lugar a una reducción medible del plástico en los estómagos de las aves marinas en menos de una década», añade.
Referencia bibliográfica:
Chris Wilcox, Erik Van Sebille y Britta Denise Hardesty. Threat of plastic pollution to seabirds is global, pervasive, and increasing. PNAS (2015). DOI: 10.1073/pnas.1502108112.
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