Según restos fósiles encontrados en Australia, el primer
antepasado de todos los animales terrestres, incluido el ser humano, es un
gusano del tamaño de un grano de arroz que vivió hace más de 500 millones de
años.
La criatura fue encontrada en la región australiana de Nilpena y estudiada por
un grupo de geólogos de la Universidad de California (EEUU). Los
resultados de esta investigación se publican en PNAS.
Este organismo fue apodado Ikaria wariootia y pertenece a los
animales conocidos como bilaterales porque tienen simetría bilateral: su cuerpo
está dividido en dos mitades iguales y conectadas por un intestino.
Esta simetría marcó un antes y un después en el proceso evolutivo en la Tierra,
puesto que fue clave para el desarrollo de las estructuras de los animales que
hoy en día conocemos: desde los insectos hasta los seres humanos.
El hallazgo demuestra que los organismos bilaterales se desarrollaron mucho
antes de la aparición repentina y sistemática de todos los organismos
macroscópicos multicelulares del período Cámbrico (541-485 millones de
años).
Huellas antiguas
El Ikaria fue encontrado en unas madrigueras fosilizadas del periodo Ediacárico (635-539 millones de años) en una zona pastoril en el sur de Australia que funciona como parador de ovejas.
Los científicos utilizaron un escáner láser tridimensional y observaron que el animal tenía un cuerpo cilíndrico con una cabeza y cola distintas, y una musculatura estriada.
Durante 15 años, los expertos venían trabajando sobre esta zona porque consideraban que las madrigueras eran depósitos hechos por estos organismos hace más de 500 millones de años.
No obstante, carecían de evidencia que pudiera confirmar su teoría, según informan estos expertos en un reciente comunicado.
“Pensamos que estos animales habían existido durante este periodo de tiempo, pero no contábamos con fósiles concretos, por lo que pensamos que sería muy difícil poder encontrarlos”, señaló Scott Evans, uno de los autores de esta investigación, graduado universitario de Riverside.
Y añadió: “Una vez que tuvimos los escáneres 3D, nos dimos cuenta que habíamos hecho un descubrimiento importante”.
El primer ejemplar de este tipo descubierto era del tamaño de un grano de arroz: medía entre 2 mm y 7 mm de largo, y entre 1 mm y 2 mm de ancho.
A pesar de su forma, el pequeño animal era complejo en comparación con otros fósiles de este periodo.
De hecho – continúa Evans – se trata de las huellas más antiguas de un animal con capacidad motriz procedente del Ediacárico.
Identidad aborigen
El nombre del organismo proviene del término Ikara, es decir, “lugar
de encuentro” en la lengua de los aborígenes australianos Adnyamathanha.
Y Warioota hace referencia a una formación montañosa que se
extiende desde la cordillera Flinders a la estación de Nilpena.
Los expertos que estudian la biología evolutiva de los animales tenían la
certeza de que el ancestro de todos los organismos bilaterales era de tamaño
pequeño y de estructura simple.
La búsqueda de estos fósiles supuso una tarea difícil, a punto tal que los
científico lo consideraban imposible.
Sin embargo, los resultados fueron ampliamente alentadores e incluso marcan un
hito en la biología evolutiva.
Referencia
Discovery of the oldest bilaterian from the Ediacaran of South Australia. Scott D. Evans. PNAS first published March 23, 2020 https://doi.org/10.1073/pnas.2001045117
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