Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han analizado los efectos de la capacidad cardiorrespiratoria, la fuerza muscular y la capacidad motora en el rendimiento académico de 2.038 niños y adolescentes españoles.
Los resultados, publicados en Journal of Pediatrics, demuestran que la capacidad cardiorrespiratoria y la habilidad motora son los efectos del ejercicio que tienen mayor impacto en el desempeño escolar.
El estudio se basó en el análisis de los expedientes académicos de los participantes y en encuestas sobre las actividades físicas que realizaba cada uno. Posteriormente, les fueron practicadas pruebas físicas para medir su capacidad respiratoria, sus habilidades motoras y el tono muscular.
De este modo los investigadores observaron que, mientras el tono muscular no influía positiva ni negativamente en los estudiantes, la capacidad cardiorrespiratoria y la habilidad motora sí tenían un impacto en el desempeño escolar.
Menos fracaso escolar
“Una mejor respiración alienta la comunicación entre las células y la habilidad motora favorece la concentración”, señala en UAM Gazette la coordinadora del trabajo, Irene Esteban-Cornejo, del Departamento de Educación Física, Deporte y Motricidad Humana de la UAM.
"Tener una buena salud cardiorrespiratoria y coordinación motora pueden, hasta cierto punto, reducir el riesgo del fracaso escolar", añade la investigadora.
El trabajo se enmarca en el proyecto UP & DOWN, que trata de investigar los efectos de la actividad física sobre la salud física y psicológica de los escolares, y en el que también participan investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Europea de Madrid y la Universidad de Cádiz.
Referencia bibliográfica:
Esteban-Cornejo I, Tejero-González CM, Martinez-Gomez D, Del-Campo J, González-Galo A, Padilla-Moledo C, Sallis JF, Veiga OL; UP & DOWN Study Group: Independent and combined influence of the components of physical fitness on academic performance in youth. J Pediatr. (2014). DOI: 10.1016/j.jpeds.2014.04.044.
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