El Observatorio Europeo Austral (ESO) acaba de anunciar la construcción del telescopio óptico/infrarrojo más grande del mundo, que formará parte del programa «European Extremely Large Telescope» (E-ELT).
El E-ELT entrará en servicio en 2020 y captará trece veces más luz que el telescopio óptico más grande del momento.
El programa, en el que se incluye un telescopio de espejo segmentado de casi cuarenta metros de diámetro que permitirá resolver grandes misterios del Universo, acaba de ser aprobado por el Consejo de ESO a falta de cuatro confirmaciones «ad referendum».
El nuevo telescopio se construirá en Chile, sobre el Cerro Armazones, en las inmediaciones del Observatorio La Silla Paranal de la ESO. El apoyo al proyecto por parte de los Estados miembros de la ESO es rotundo. Durante la reunión del 11 de junio del Consejo, aprobaron el proyecto Austria, República Checa, Alemania, Países Bajos, Suecia y Suiza, y se espera que lo ratifiquen en breve Bélgica, Italia, Finlandia y Reino Unido.
Gran día para ESO
En una declaración del ESO se afirmó que no se efectuará ningún otro gasto en elementos del proyecto que no sean las obras civiles iniciales, hasta que las contribuciones comprometidas por todos los países miembros superen el 90 % de los 1.083 millones de euros del costo estimado de finalización (según cifras de 2012). Las contribuciones se acordaron en función de los principios de financiación aprobados por el Consejo el invierno pasado.
Los primeros grandes contratos industriales para el E-ELT deberán aprobarse durante 2012 para cumplir con los plazos y garantizar las condiciones del proyecto. Además de los países mencionados se espera que Brasil también apruebe el programa.
«Éste es un resultado excelente y un gran día para ESO», dijo el Director General de ESO, Tim de Zeeuw. «Ahora podemos avanzar según lo planeado en el programa de este gran proyecto.»
Los primeros contratos para el proyecto ya han sido adjudicados. Poco antes de la reunión del Consejo, se firmó un contrato para empezar un estudio detallado del sofisticado espejo adaptativo M4 del telescopio. La organización señaló la importancia de poner en marcha los primeros trabajos.
El espejo M4 es parte del sistema de óptica adaptativa del E-ELT, que se encargará de corregir tanto los efectos que producen las turbulencias de la atmósfera como los del viento sobre la estructura del telescopio. Una vez instalado, este extraordinario espejo deformable permitirá al E-ELT alcanzar el máximo teórico en la resolución que puede alcanzar durante sus observaciones.
El trabajo de diseño detallado del trazado de la ruta a la cumbre del Cerro Armazones, donde se ubicará el E-ELT, también está en progreso y se espera que algunos de los proyectos de construcción comiencen en el transcurso de este año. Estos incluyen la preparación de la carretera de acceso a la cumbre del Cerro Armazones, así como la preparación de la plataforma en la misma cumbre.
«El E-ELT mantendrá a ESO en una posición predominante durante las próximas décadas y dará lugar a unos extraordinarios resultados científicos», concluyó Xavier Barcons, Presidente del Consejo.
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