Una nueva herramienta de evaluación en tiempo real de la congestión del tráfico en las ciudades podría suponer un importante avance en la planificación de estos sistemas urbanos, cuya complejidad se agudiza con el paso del tiempo en las sociedades contemporáneas. El proyecto ha sido llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Cambridge, y hace uso de tecnologías y dispositivos que se encuentran disponibles en la actualidad.
La investigación demuestra que, mediante el uso de fuentes de información existentes sobre el flujo de tráfico, es posible crear un “mapa” minuto a minuto de la congestión en las ciudades. El trabajo ha sido difundido por una nota de prensa de la Universidad de Cambridge, y también por un artículo publicado en Physorg.
El origen del proyecto tiene que ver con el crecimiento de los problemas de congestión de tráfico en las carreteras británicas, un inconveniente que puede advertirse en distintas partes del mundo, tanto en rutas como en el ámbito urbano. Dentro de ese escenario, mientras las autopistas y carreteras principales cuentan con sensores y pantallas de información en el Reino Unido, sería demasiado oneroso trasladar ese sistema de control a las ciudades.
Por esta razón, los ingenieros e investigadores del Laboratorio de Computación de la Universidad de Cambridge se plantearon como objetivo desarrollar herramientas y métodos de monitoreo de bajo coste, para analizar el flujo de tráfico, que fueran útiles para disminuir la congestión en las ciudades.
Integración de sistemas en actividad
Los avances se concretaron en el marco del proyecto TIME (Transport Information Monitoring Environment), que aporta a la industria y a los gobiernos nuevas alternativas tecnológicas que faciliten la planificación de los sistemas de tráfico, contando para ello con la evidencia cuantitativa que suponen los datos en tiempo real.
En principio centrado en la ciudad de Cambridge, el proyecto TIME ha empleado datos aportados por el Cambridgeshire County Council y la operadora de autobuses Stagecoach, incorporándolos a un sistema que puede transportar, recoger y analizar esta información sobre el tráfico.
Un punto vital es que no se incurre en gastos adicionales para la recopilación de información, ya que la infraestructura necesaria para recoger los datos ya se encuentra en funcionamiento. Con esta tecnología es posible predecir, por ejemplo, las rutas que estarán más congestionadas en un determinado momento, algo que puede resultar de suma utilidad para la planificación de la actividad diaria de una empresa operadora.
Asimismo, los datos recolectados por los investigadores en cuanto al movimiento de los autobuses brindan una interesante perspectiva de las condiciones del tráfico en general. Estos datos se combinaron con la información obtenida a partir de distintas fuentes que trabajan sobre la red de carreteras y el escenario urbano, como OpenStreetMap, que muestra la actividad de los semáforos y paradas de autobuses.
Herramientas clave para la planificación
¿Qué utilidad concreta tendrían estas tecnologías a la hora de planificar las redes de transporte urbano ¿Podrían aportar datos para que el ciudadano común pueda emplear las vías urbanas de forma más ágil y placentera? Por ejemplo, existe la sensación de que determinados momentos del día o trayectos concretos son más complejos en cuanto a la congestión del tráfico.
El proyecto TIME ha logrado determinar con datos sólidos en tiempo real que los viajes en autobús se extienden en el tiempo en las áreas o destinos relacionados con escuelas o centros educativos, y que las frecuencias y duraciones varían de forma considerable entre los periodos de cursado y los recesos vacacionales.
Asimismo, el equipo de investigadores también fue capaz de entregar a los planificadores de tráfico información concreta sobre el grado de congestión que puede ser causado por un único incidente en el tránsito. Por ejemplo, al detectar un accidente en una de las carreteras más importantes de la zona de Cambridge, se pudieron evaluar con exactitud los efectos de ese incidente sobre el tráfico de toda la ciudad y de pueblos de los alrededores.
Por último, mediante la generación de archivos con estos datos y su análisis estadístico, el equipo de ingenieros puede determinar los efectos de circunstancias excepcionales, como pueden ser los trabajos y reparaciones que se programan en los distintos servicios públicos, los accidentes en la ciudad o el cierre de las carreteras, aportando una información vital para mejorar las prestaciones del transporte urbano y aliviar los problemas diarios de los conductores.
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