Un estudio internacional, dirigido por científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido), ha descubierto 47 rasgos de nuestro código genético relacionados con la calidad, la cantidad y los patrones del sueño. Algunos de ellos podrían ser los responsables de un mal descanso.
Este ha sido el estudio genético más amplio realizado hasta la fecha que ha empleado datos de acelerómetros para investigar el sueño. Estos dispositivos, similares los que se usan como relojes de pulsera para medir el rendimiento del ejercicio físico, registran los niveles de actividad de los pacientes durante toda la noche.
Los resultados de la investigación, en la que también han participado centros especializados de Estados Unidos Países Bajos, Francia y Suiza, han revelado diez nuevos genes relacionados con la duración del sueño y 26 con la calidad del mismo.
«Sabemos que dormir lo suficiente mejora nuestra salud y bienestar, pero aún sabemos relativamente poco sobre los mecanismos que influyen en cómo dormimos”, señala en un comunicado el doctor Andrew Wood, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter. “Los cambios en la calidad del sueño, la cantidad y el tiempo están fuertemente asociados con varias enfermedades como la diabetes y la obesidad y los trastornos psiquiátricos”.
El gen PDE11A y el diámetro de la cintura
Los investigadores analizaron los datos que registraron los acelerómetros de más de 90.000 participantes, quienes emplearon el dispositivo durante una semana. Este tipo de medición es más detallado que el empleado en otras investigaciones anteriores, basadas en las descripciones de los propios participantes sobre sus hábitos de sueño.
Entre las regiones genómicas descubiertas (entendidas como zonas del ADN cromosómico que contienen varios genes) se encuentra un gen llamado PDE11A. El equipo de investigación descubrió que una variante poco común de este gen afecta tanto a la duración del sueño como a su calidad.
El gen ha sido identificado previamente como un posible objetivo farmacológico para el tratamiento de personas con trastornos neuropsiquiátricos asociados con la estabilidad del estado de ánimo y los comportamientos sociales.
El estudio también reveló que, entre las personas con la misma circunferencia de cadera, una circunferencia de cintura mayor se traduce en menos tiempo de sueño. En concreto, por cada centímetro más en la medida del abdomen, se restan cuatro segundos de la media de descanso.
El sueño y la felicidad
Las regiones genéticas relacionadas con la calidad del sueño también están relacionadas con la producción de serotonina, un neurotransmisor asociado con la felicidad y el bienestar. Se sabe que la serotonina desempeña un papel clave en los ciclos de sueño y, está comprobado que ayuda a favorecer un sueño más profundo y reparador.
“Este estudio brindará nuevas perspectivas sobre el papel molecular del sueño en los seres humanos”, explica el doctor Samuel Jones, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter. “Es parte de un equipo de trabajo emergente que podría desarrollar nuevos tratamientos para el sueño y la salud en general».
Referencia
Genetic studies of accelerometer-based sleep measures yield new insights into human sleep behaviour. S. E. Jones et al. Nature Communications, 5 April 2019. DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-019-09576-1.
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