“Conocemos mucho, pero existen aún muchos hábitats que se encuentran poco estudiados, como las zonas de mar profundo. Muchos grupos de organismos tampoco se conocen bien, sobre todo los más pequeños, e incluso existen lagunas de conocimiento importantes en grupos más visibles como los peces o los mamíferos marinos”, señala a SINC Marta Coll, investigadora en el Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales (CMIMA) del CSIC, quien ha dirigido el trabajo de síntesis sobre biodiversidad marina del mar Mediterráneo.
Las aguas australianas y japonesas, que albergan respectivamente casi 33.000 especies con nombre científico, entre las que destaca el tiburón blanco (Carcharodon carcharias), son las que acogen mayor diversidad. Los océanos de China, el Mediterráneo, y el Golfo de México completan las cinco áreas con mayor diversidad de especies conocidas. Los inventarios de Indonesia, Madagascar y el mar de Arabia están aún en fase de elaboración y pendientes de ser entregados.
En el caso del Mar mediterráneo, los expertos demuestran que alberga una gran biodiversidad marina “que se distribuye de forma heterogenia y se concentra en zonas del oeste mediterráneo, mar adriático y egeo, y norte de África”, destaca Coll que sostiene que “sólo se conoce una parte de esta biodiversidad, quedan aún muchas especies por descubrir y las áreas por estudiar, sobre todo en las zonas del este y del sur”.
El Mediterráneo cuenta con 2.000 especies endémicas, al igual que las aguas del Caribe, China, y Japón. Las regiones con mayor número de endemismos son que están aisladas como Australia (25% de especies endémicas), Nueva Zelanda (25%), la Antártida y Sudáfrica (el 50% de especies endémicas ambas regiones).
La situación de los peces es delicada en el Mediterráneo. Los peces constituyen sólo entre el 3 y el 6% de las especies en esta región. No obstante, el Mediterráneo es el que cuenta con mayor número de especies invasoras: más de 600 (el 4% del total des especies inventariadas). La mayoría de ellas han llegado desde el Mar Rojo por el Canal de Suez. Los moluscos, crustáceos y peces son los invasores más frecuentes.
Según la investigadora española, en la actualidad la biodiversidad marina del Mediterráneo “se encuentra amenazada por numerosas actividades humanas, como la sobrepesca y la destrucción de los habitats, la contaminación y la eutrofización, la invasión de especies foráneas y las consecuencias del cambio climático, entre otros factores”. Además, el Censo destaca que la biodiversidad de los mares más cerrados, como el Mediterráneo, el Golfo de México, las plataformas de China, el Báltico o el Caribe, es la más amenazada.
“El Mar Mediterráneo puede estar llegando a una situación límite si no se protegen zonas extensas y se da prioridad a una gestión sostenible de sus recursos controlando las diferentes causas de impacto sobre la biodiversidad marina”, advierte Coll.
Los crustáceos, el grupo más numeroso
Según los 360 científicos del Censo, que publican el inventario en PLoS One, el número total de especies animales y vegetales conocidas y con nombre asignado oscila entre 2.600 y 33.000, con una media cercana a 10.750. Estas especies pertenecen a una docena de grupos taxonómicos. Una quinta parte de las especies son crustáceos (19%) que, junto con los moluscos (17%) y los peces (12% incluyendo a los tiburones), constituyen cerca de la mitad de todas las especies conocidas en las distintas regiones.
El resto son “otros invertebrados” (5%) y “otros vertebrados” (2%) que incluye a ballenas, leones marinos, focas, aves marinas, tortugas y morsas. Esto demuestra que algunos de los animales marinos más conocidos sólo representan una parte mínima de la biodiversidad marina. Pero, “la biodiversidad de organismos microscópicos esta prácticamente sin describir, por lo que aún es difícil saber que grupo de organismos son los más abundantes en nuestros océanos”, asegura la científica.
Cuando se presente el 4 de octubre la última estimación del Censo en Londres (Inglaterra), es probable que la cifra supere las 230.000 especies, ya que muchas de ellas aún deben incorporarse al Registro Mundial de Especies Marinas (que cuenta con una lista de 185.000 especies marinas) y al Sistema de Información Biogeográfica (OBIS), que reúne más de 30 millones de registros de proyectos y 800 bases de datos.
Nuevas especies y especies por descubrir
Según Coll, las investigaciones han permitido descubrir hasta la fecha 1.200 especies marinas nuevas para la ciencia. A estas se añaden las especies aún no descritas que se estima que representen del 39% a 58% en la Antártida, el 38% en Sudáfrica, el 70% en Japón, el 75% en las aguas profundas del Mediterráneo, y más del 80% en Australia.
“Para crear esta base, el Censo de Vida Marina ha explorado nuevas áreas y nuevos ecosistemas, descubriendo nuevas especies y generando citas de especies conocidas en nuevos lugares”, apunta Patricia Miloslavich, científica senior del Censo, directora de estudios regionales e investigadora en la Universidad Simón Bolívar (Venezuela).
Sin embargo, un estudio recientemente publicado en la revista Zootaxa, demostraba que aún quedan por descubrir y describir cerca de 5.000 especies de peces marinos (el doble de los que se han descrito en los últimos 19 años), con un total estimado de cerca de 21.800 especies de peces marinos en todo el mundo.
Los científicos del Censo de la Vida Marina han combinado la información generada en los últimos siglos con datos obtenidos durante el censo, iniciado en el año 2000. El trabajo permitirá orientar las decisiones futuras para la investigación en aguas poco exploradas.
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