Un nuevo estudio sobre la mortalidad humana, que analizó los expedientes de casi 4.000 ciudadanos italianos centenarios, concluye que los seres humanos alcanzamos una meseta de mortalidad a partir de los 105 años de edad. Los resultados se publican en la revista Science.
Para los autores de esta investigación, dirigida por Elisabetta Barbi, de la Universidad La Sapienza de Roma, estos resultados respaldan la hipótesis de otros científicos según los cuales el ser humano todavía no ha alcanzado su límite de vida máximo.
Hace un año, tal como informamos en otro artículo, investigadores de la Universidad Mcgill, en Canadá, determinaron que el ser humano no ha alcanzado la duración máxima de la vida, y que no puede establecerse científicamente que el cuerpo humano pueda vivir una cantidad determinada de años.
En febrero pasado, informamos asimismo de otra investigación según la cual los seres humanos no podemos vivir más de 150 años y tampoco ser más altos o alcanzar significativos récords deportivos.
En 2016, otra investigación determinó que, aunque durante el siglo XX se incrementó de manera constante la esperanza de vida, en las últimas décadas esa tendencia se invirtió y empezó a disminuir rápidamente a partir de los 100 años de edad. Esto significa, según sus autores, que el límite en la longevidad humana ya ha sido alcanzado.
Nueva aportación
El nuevo estudio forma parte del conjunto de investigaciones que pretenden determinar si realmente el ser humano puede seguir ampliando su expectativa de vida en condiciones saludables, o si biológicamente existe un límite a partir del cual, aunque existan condiciones materiales idóneas, el organismo humano sencillamente se detiene.
En esta investigación, los científicos establecieron una detallada base de datos, con la ayuda del Instituto Italiano de Estadística, de todas las personas del país que tuvieran más de 105 años entre 2009 y 2015.
Lo primero que descubrieron es que el 78 por ciento de los centenarios eran mujeres. Y establecieron asimismo que la tasa de mortalidad, que aumenta exponencialmente hasta los 80 años, experimenta a partir de esa edad una desaceleración y se acerca a una meseta de mortalidad a partir de los 105 años.
En ese punto, dicen los investigadores, las probabilidades de que alguien muera de un cumpleaños al siguiente son aproximadamente del 50 por ciento. Por eso aseguran que la longevidad continúa aumentando con el tiempo y que un límite de edad, si existe, todavía no se ha alcanzado.
El estado de la cuestión
La revista Science dedica además un artículo a analizar el estado de la cuestión y señala que en el mundo hay alrededor de medio millón de personas, sobre una población de casi 7.500 millones, que supera los 100 años de edad.
Cita a un investigador en longevidad del Instituto Demográfico Interdisciplinario de los Países Bajos en La Haya, Joop de Beer, según el cual si el riesgo de mortalidad al final de la vida se mantiene constante al 50 por ciento, las personas centenarias actuales aumentarán su expectativa de vida un año por década.
También refleja la revista opiniones de diversos expertos considerando inverosímiles los resultados de la investigación italiana, y señala que no representa la última palabra en el debate científico sobre el supuesto límite de longevidad de la especie humana.
Referencia
The plateau of human mortality: Demography of longevity pioneers. Elisabetta Barbi et al. Science, Vol. 360, Issue 6396, pp. 1459-1461. DOI: 10.1126/science.aat3119
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