La misión Mars Atmosphere and Volatile Evolution (MAVEN) de la NASA fue lanzada con éxito ayer, a las 19.30 horas aproximadamente (hora peninsular). El lanzamiento se hizo desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida), a bordo del cohete Atlas V, ha informado la agencia en un comunicado.
La misión arranca con el objetivo de dar respuesta a uno de los grandes enigmas del planeta rojo: si nuestro vecino celestial y árido tuvo alguna vez o no una atmósfera más densa, y una superficie por la que fluía el agua, como las evidencias sugieren, ¿cómo se produjo en él un cambio climático tan dramático?
Para tratar de averiguar este punto, MAVEN se sumará al conjunto de aparatos que ya orbitan el planeta -Mars Reconnaissance Orbiter y Mars Odyssey, de la NASA; y Mars Express, de la Agencia Espacial Europea (ESA) -. Sin embargo, a diferencia de éstos, se ocupará de un aspecto del planeta rojo hasta ahora no estudiado.
Bruce Jakosky, del Laboratory for Atmospheric and Space Physics (LASP) de la Universidad de Colorado en Boulder, es el encargado de dirigir esta misión, diseñada en concreto para buscar pistas sobre el adelgazamiento de la atmósfera de Marte y la desaparición de sus aguas superficiales, un proceso que convirtió a Marte en un desierto (los astrónomos están cada vez más convencidos de que, hace miles de millones de años, el planeta rojo era «azul», como la Tierra vista desde el espacio).
Hasta la fecha, los científicos han teorizado que el sol pudo haber jugado un papel clave en el escape de gas de la atmósfera superior del planeta rojo, pero esta región aún no ha sido estudiada. Por eso MAVEN resultará tan importante, porque se centrará en analizar una parte de Marte todavía no analizada.
«Marte es un sistema complejo, como la Tierra, a su manera», explica Jakosky en otro comunicado de la NASA emitido el pasado día 14. «No se puede esperar que, con una sola nave, se analicen todos los aspectos y todo lo que hay que saber sobre el planeta rojo. Con MAVEN exploraremos la mayor región hasta ahora inexplorada de Marte «.
El objetivo de MAVEN
La misión llegará al planeta rojo el 22 de septiembre de 2014. Se situará entonces alrededor de éste en una órbita de entre 150 y 6.000 kilómetros sobre la superficie de Marte.
En el transcurso de la misión, se acercará además en cinco ocasiones hasta una altitud de sólo 123 kilómetros para captar la parte superior de la atmósfera.
Los datos obtenidos a diversas altitudes permitirán a los científicos determinar el estado de la alta atmósfera y de la ionosfera, determinar las tasas actuales de escape de gas al espacio y explorar la evolución de la atmósfera en el pasado.
A pesar de que la información recogida por MAVEN puede arrojar claves sobre la evolución del planeta (a través de su atmósfera), los responsables del proyecto no esperan detectar signos de vida marciana de otros tiempos.
Por eso, la misión no va equipada con un sensor de metano, un gas indicador de la presencia de entidades biológicas (alrededor del 90% del metano en la atmósfera terrestre está producido por los organismos vivos).
Características de MAVEN
MAVEN es un cubo de dos metros y medio que pesa unos 2.500 kilos, casi como un vehículo utilitario completamente cargado. Con sus dos pares de paneles solares en forma de ala de gaviota extendidos, alcanza una longitud de más de 11 metros.
La nave está equipada con tres conjuntos de instrumentos. Por un lado cuenta con el “Particles and Fields Package”, fabricado por el Laboratorio de Ciencias Espaciales de la Universidad de California en Berkeley. Este paquete contiene a sus vez seis instrumentos que caracterizarán el viento solar y la ionosfera del planeta rojo.
Por otra parte, tiene un “Remote Sensing Package” que fue desarrollado por el LASP y que determinará las características globales de la atmósfera superior y de la ionosfera. Por último, la nave cuenta con un espectómetro de masas desarrollado en el Goddard Space Flight Center de la NASA que medirá la composición y los isótopos de los gases atmosféricos.
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