La Agencia Europea de Medioambiente (EEA ha realizado un estudio en el que ha participado un consorcio internacional de expertos, con el fin de proponer a la Ministerial Conference on the Protection of Forests in Europe (MCPFE una nueva clasificación estadística de los bosques, más extensa y de sencillo uso, según informa la EEA en un comunicado.
La MCPFE es una cooperación de 44 países europeos y la Comunidad Europea a alto nivel que se ocupa de los asuntos esenciales en la gestión de bosques y selvicultura, dedicándose a emitir recomendaciones a favor de la protección y gestión forestal sostenible en nuestro continente. La MCPFE es asimismo una plataforma para la cooperación entre política y ciencia.
El objetivo principal del proyecto “European forest types, a new scheme for classifying Europe’s forests, propuesto por la MCPFE, es mejorar la información sobre gestión forestal sostenible (SFM o sustainable forest managment) que esta organización suministra a Europa, en especial en lo referente a la tipificación de los bosques basada en indicadores SFM.
Nuevas herramientas de clasificación
Para ello, son necesarias nuevas herramientas de clasificación que incorporen elementos descriptivos de la condición en que se encuentran los bosques europeos. El nuevo esquema incluye 14 nuevas categorías y 75 subcategorías importantes de tipos de bosque, que reemplazarán a las tres categorías con las que hasta ahora se han clasificado los bosques europeos: de frondosas, de coníferas y mixtos.
Estas 14 categorías son: bosque boreal, bosque semiboreal, bosque de coníferas y nemorales y mixto; bosque de coníferas alpino; bosque de roble acidófico y bosque de roble-abedul; bosque mesofítico caducifolio; bosque de haya; bosque de haya montañosa; bosque caducifolio termófilo; bosques de hoja perenne ancha; bosques de las regiones mediterráneas, Anatolia y Macaronesia, bosque de cenagal y fangal; bosque de llanura aluvial; bosque de aliso no ribereño, abedul o álamo; y bosque exótico.
Esta nueva clasificación ayudará a los expertos a conocer las verdaderas condiciones ecológicas de los bosques europeos, permitiendo un mejor análisis de las grandes variaciones de la biodiversidad, de la explotación forestal y otros factores medioambientales, según señala el estudio.
Los datos sobre los bosques son recogidos por los Inventarios Forestales Nacionales de cada país, que informan a nivel internacional al Forest Resource Assessments de la FAO, encargado de la función de vigilancia de los recursos forestales a nivel global.
Estos datos se usan para la realización de informes regulares acerca del estado de los bosques europeos, informes a cargo de la MCPFE y de la Agencia Europea de Medioambiente.
Diez años de trabajo
Los países europeos y la Unión Europea utilizarán este nuevo esquema para conocer mejor las condiciones de nuestros bosques, en cumplimiento con la UNECE Convention on Long-range Transboundary Air Pollution (la convención transfronteriza sobre la contaminación del aire a largo plazo de la Comisión Económica de la UE para Europa), que se centra en los principales problemas medioambientales del área geográfica de la UNECE, combinando la colaboración científica y las negociaciones políticas.
El esquema ha tardado 10 años en desarrollarse, implicando en su elaboración a un significativo número de expertos bajo los auspicios de la International Union of Forest Research Organizations (IUFRO, una organización no gubernamental y sin ánimo de lucro que aúna a ingenieros forestales para promover la cooperación en este campo de investigación, de manera que se entiendan mejor los aspectos ecológicos, económicos y sociales de los bosques y árboles.
La clasificación final ha sido sintetizada por un consorcio liderado por la Italian Academy of Forest Sciences, fundada por la Agencia Europea de Medioambiente. Los nuevos tipos de bosques europeos serán debatidos formalmente en la MCPFE.
Clasificación oportuna
La nueva clasificación estadística de los bosques europeos puede considerarse cuanto menos oportuna. Hace tiempo que desde el sector se viene reclamando una consideración más completa de los activos forestales, que es lo que pretende la iniciativa europea.
Tal como explica al respecto el experto de la FAO Philip Wardle, la información acerca de los recursos forestales y las actividades y productos del sector forestal resulta de gran utilidad para la evolución del debate acerca del medio ambiente y el desarrollo sostenible a nivel local, nacional, regional y mundial… A nivel internacional se precisan estadísticas adecuadas y bien fundadas acerca del aprovechamiento de los bosques y de los productos forestales para comprender sus complejas interpelaciones en el ciclo mundial del carbono y en la conservación del patrimonio mundial de diversidad ecológica y genética; y es fundamental comprender dichas interpelaciones para poder aplicar de manera racional los convenios internacionales sobre el cambio climático y la diversidad biológica, recientemente adoptados.
Wardle reseña también la importancia de los bosques, que ocupan cerca del 30 por ciento de la superficie de tierras del mundo. Los productos forestales representan más del 2 por ciento de la producción económica mundial y revisten especial importancia como fuente de puestos de trabajo, ingresos, y bienes y servicios para los habitantes de las zonas rurales.
Aportan el 17 por ciento del suministro de energía del total de los países en desarrollo, y un porcentaje notablemente mayor en buena parte de muchos de los países más pobres, por lo que el conocimiento de la magnitud y la composición detallada de las operaciones de silvicultura y de la industria forestal es importante para la toma de decisiones acerca de la enseñanza, la capacitación y la investigación. Por ejemplo, las estadísticas sobre el volumen por especies ayudan a enfocar el estudio de las características de la madera y de la tecnología de elaboración, así como a orientar las inversiones industriales hacia los equipos y procesos de elaboración más apropiados, añade Wardle.
Plan de acción europeo
Tal como informó Euroactiv, el 15 de junio pasado la UE adoptó un plan de acción de cinco años para mejorar la competitividad de las industrias forestales europeas, del que la nueva clasificación estadística puede considerarse un apoyo, ya que el plan se dirige a equilibrar las múltiples funciones del bosque (económica, ecológica, turística).
Las industrias forestales europeas hoy en día encaran numerosos retos debido a la globalización, al aumentar la competencia de países con menores estándares medioambientales, mano de obra más barata y precios de la energía más bajos.
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