Tendencias21
Las matemáticas explican el misterio de la sincronización de los aplausos

Las matemáticas explican el misterio de la sincronización de los aplausos

En 1967, el biólogo estadounidense Arthur Winfree propuso un modelo matemático para reproducir el fenómeno natural de la sincronización colectiva, que se da, por ejemplo, cuando un grupo de personas aplaude. Investigadores españoles han conseguido reducir ese modelo para facilitar su análisis. Así han demostrado que son necesarios pulsos estrechos, similares a las señales entre neuronas, para alcanzar una sincronización colectiva.

Las matemáticas explican el misterio de la sincronización de los aplausos

Miles de manos aplaudiendo al unísono, un enjambre de luciérnagas brillando a la vez, los pasos sincronizados de muchos peatones cruzando un puente… todos ellos son ejemplos espectaculares de un fenómeno físico conocido como sincronización colectiva.

La tendencia a la auto-organización también se observa a nivel microscópico: por ejemplo, miles de células de nuestro “marcapasos” natural organizan su actividad rítmica para iniciar el latido del corazón.

Ahora, un equipo de investigadores españoles ha estudiado estos fenómenos. Son los investigadores Diego Pazó, del Instituto de Física de Cantabria (IFCA, centro mixto CSIC-Universidad de Cantabria), y Ernest Montbrió (Universidad Pompeu Fabra), y han resuelto de forma exacta el modelo matemático que los reproduce.

Los resultados de su trabajo han sido publicados en la prestigiosa revista especializada Physical Review X, editada por la American Physical Society, publica la Universidad de Cantabria en un comunicado.

Fue el biólogo estadounidense Arthur Winfree el que, en 1967, propuso el modelo al que da nombre para reproducir el fenómeno natural de la sincronización colectiva.

Sus simulaciones numéricas del modelo revelaron una transición a la sincronización análoga a la que se da en las transiciones de fase‎, objeto de estudio de la Física Estadística. Debido a la dificultad de tratar el modelo de Winfree matemáticamente, el esfuerzo en las últimas décadas se ha centrado en estudiar modelos menos realistas, pero más fáciles de resolver.

Reducir la complejidad

Diego Pazó y Ernest Montbrió aportan un gran avance en este campo al presentar una potente reducción matemática del modelo Winfree, facilitando enormemente su análisis y por tanto su aplicación para estudiar diversos fenómenos de sincronización.

El modelo Winfree está compuesto por un gran número de ecuaciones diferenciales no lineales que representan la dinámica de los individuos (u «osciladores») que componen una población y que interactúan a través de señales pulsátiles.

El trabajo demuestra que este sistema multidimensional puede reducirse a dos ecuaciones diferenciales ordinarias para dos variables globales. A partir de esta simplificación se llega a resultados que muestran la conveniencia de pulsos estrechos, similares a las señales entre neuronas, para alcanzar la sincronización.

Las técnicas usadas por Pazó y Montbrió pueden aplicarse a numerosos problemas, por ejemplo a un tipo de estados, actualmente de gran interés, conocidos como “quimeras”. En ellos, una población de osciladores idénticos rompe en partes síncronas y asíncronas.

El artículo demuestra por primera vez la posibilidad de quimeras con una dinámica caótica y sus autores esperan que, además, los resultados permitan nuevos avances en el estudio de las redes de osciladores acoplados –por ejemplo, las de las neuronas-, entre otras aplicaciones en campos como la física, la biología o la sociología.

Referencia bibliográfica:

Diego Pazó, Ernest Montbrió. Low-Dimensional Dynamics of Populations of Pulse-Coupled Oscillators. Phys. Rev. X (2014). DOI: 10.1103/PhysRevX.4.011009.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Las células de nuestro cerebro se resisten a morir 3 julio, 2024
    Un análisis comparativo de tejido cerebral post mortem y muestras tomadas de pacientes vivos ha revelado por primera vez diferencias significativas en la forma en que se modifican las hebras de ARN (ácido ribonucleico) durante la vida y al momento de morir, exponiendo nuevos objetivos potenciales para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren un antiguo mundo perdido en las profundidades de la Antártida 3 julio, 2024
    Un gigantesco sistema fluvial que existió hace millones de años en las profundidades del hielo antártico conformó un verdadero mundo hoy ya extinto: los científicos identificaron restos de un enorme río que existió hace aproximadamente 34 millones de años y dio vida a una zona que actualmente está dominada por grandes masas de hielo.
    Pablo Javier Piacente
  • Jocelyn Bell Burnell, ignorada por el Nobel, reconocida por el mundo científico 3 julio, 2024
    Jocelyn Bell Burnell, descubridora del primer púlsar, quedó excluida del Premio Nobel de Física en 1974, concedido a los científicos con los que había realizado el hallazgo.  Más de 50 años después, fue galardonada con el Premio Breakthrough Especial en Física Fundamental, por toda una vida de liderazgo científico inspirador. El importe del premio lo […]
    Alicia Domínguez, Eduardo Costas (*).
  • Descubierto el ritual más antiguo del mundo, transmitido durante 500 generaciones 2 julio, 2024
    Un ritual ancestral en una cueva de Australia podría ser el más antiguo del mundo: practicado durante 500 generaciones por indígenas australianos, se desarrolla sin interrupciones desde hace 12.000 años hasta la actualidad, aunque fue documentado inicialmente en el siglo XIX. Identificado a partir de restos de viejas fogatas, los científicos creen que podría ser […]
    Pablo Javier Piacente
  • Revelan un nuevo paraíso hidrotermal en las profundidades del océano 2 julio, 2024
    Frente a la costa de Svalbard, en Noruega, a más de 3.000 metros de profundidad, los científicos han descubierto un campo de fuentes hidrotermales a lo largo de la cresta Knipovich, una cadena montañosa submarina. El sitio esconde un oasis de extrañas formas de vida, capaces de prosperar en los ambientes más extremos de la […]
    Pablo Javier Piacente
  • El camino a los viajes espaciales de larga duración empieza a abrirse gracias a la criónica 2 julio, 2024
    La criónica ha conseguido revivir a gusanos y ampliar la ralentización biológica en operaciones a corazón abierto. El siguiente paso será la criopreservación de órganos y organismos enteros de forma reversible a temperaturas bajo cero. Entonces será posible viajar durante cientos de años a planetas lejanos.
    Alejandro Sacristán
  • Una sola molécula podría revertir el envejecimiento en los músculos y el cerebro 1 julio, 2024
    Un nuevo estudio en ratones y células humanas sugiere que una molécula especialmente seleccionada por los investigadores puede ayudar a revertir los signos del envejecimiento en los músculos y el cerebro, al extender los telómeros y modular genes de vital importancia. En concreto, la molécula inyecta dinamismo a una proteína denominada TERT, que es un engranaje […]
    Pablo Javier Piacente
  • El Telescopio Web detecta extrañas formas brillantes sobre Júpiter 1 julio, 2024
    En lo alto de la atmósfera de Júpiter, específicamente en la ionosfera, los astrónomos han identificado con la ayuda del Telescopio Espacial James Webb (JWST), nuevas características extrañas y brillantes. Se ubican en la región situada encima de la tempestuosa Gran Mancha Roja, y serían un reflejo de las potentes tormentas que se desatan en […]
    Pablo Javier Piacente
  • Fabrizio Gagliardi: la IA Generativa está provocando un giro copernicano en cómo hacemos ciencia 1 julio, 2024
    La comunidad científica se ha unido en un consorcio para alumbrar la IA de la ciencia, cuyo lanzamiento europeo tuvo lugar recientemente en Barcelona. Fabrizio Gagliardi, representante del BSC-CNS en ese consorcio, advierte que Europa está lejos de alcanzar el nivel de desarrollo de la IA Generativa que vemos en Estados Unidos.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Una revolucionaria mano biónica se fusiona directamente con el cuerpo humano 30 junio, 2024
    Una nueva mano biónica desarrollada por un grupo de investigadores se basa en una tecnología revolucionaria, capaz de conectar directamente la prótesis robótica a los huesos, músculos y nervios del usuario. Esto permite crear una interfaz humano-máquina, que facilita a la Inteligencia Artificial (IA) la traducción de señales cerebrales en movimientos simples pero precisos.
    Pablo Javier Piacente