La longevidad es más una cuestión de cromosomas que de género: portar dos copias del mismo cromosoma sexual no solo propicia la longevidad, sino que también protege la salud.
“En una amplia gama de especies, el sexo que tiene el cromosoma más reducido tiende a morir primero”, explica Zoe Xirocostas, coautora del estudio e investigadora de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia).
Los cromosomas son estructuras en el interior de la célula que contienen la información genética de un ser vivo.
En la mayoría de los animales, los cromosomas sexuales ayudan a determinar si un individuo se desarrolla como un macho o una hembra.
En los mamíferos, las hembras suelen tener dos cromosomas X idénticos, mientras que los machos tienen un cromosoma X mucho más pequeño, o «reducido».
En el caso de las aves, ocurre al revés: son los machos los que viven más tiempo porque los primeros tienen un par de cromosomas Z, mientras que las segundas cuentan con un cromosoma Z y uno W.
Masculino vs femenino
En el estudio, publicado en la revista Biology Letters, se compararon los cromosomas sexuales y la esperanza de vida de más de 200 grupos de animales.
Entre ellos figuran no sólo primates, aves y otros mamíferos, sino también en reptiles, peces, anfibios, arácnidos, cucarachas, saltamontes, escarabajos, mariposas y polillas.
Los resultados revelan que las personas con dos cromosomas del mismo sexo viven en promedio un 17,6% más que las que tienen dos cromosomas diferentes, o de las que solamente cuentan con uno.
Este patrón de longevidad es válido para humanos, animales salvajes y animales cautivos a través del árbol genealógico evolutivo, si bien es diferente según las especies.
Por ejemplo, las cucarachas alemanas hembras (Blattella germanica ), con cromosomas sexuales XX, viven un 77% más que los machos con una sola X.
La disparidad también varía dependiendo de si el animal con cromosomas sexuales coincidentes es hembra o macho, destaca el estudio.
Las hembras con cromosomas sexuales idénticos, como los mamíferos y algunos reptiles, insectos y peces, viven un promedio de 20.9% más que los machos, pero en los machos con cromosomas sexuales similares, como pájaros y mariposas, la diferencia de vida sobre las hembras es de solo el 7.1%
No solo cromosomas
Este desnivel sugiere que otros factores, además de la presencia de ciertos cromosomas sexuales, también podrían influir en la longevidad.
Uno de estos factores podría ser la selección sexual: los rasgos físicos exagerados y los comportamientos elaborados hacen que los machos de algunas especies sean más atractivos para las hembras, pero este comportamiento requiere grandes cantidades de energía que a la larga afectan a la salud.
Xirocostas concluye que, si bien los resultados sugieren que la ausencia de un cromosoma X puede ser un factor genético determinante, pueden existir otras causas externas que influyen en la muerte, como tener una mala alimentación, fumar el doble que las mujeres o no recurrir al médico de forma periódica.
Aclara sin embargo que todavía queda por demostrar que la diferencia en la vida útil entre los sexos es proporcional a la diferencia en la longitud de los cromosomas sexuales.
Referencia Zoe A. Xirocostas et al. The sex with the reduced sex chromosome dies earlier: a comparison across the tree of life. Biology Letters (2020). DOI: 10.1098 / rsbl.2019.0867
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