Un estudio realizado por astrónomos de la NASA busca aprovechar las ventajas del fenómeno de microlente gravitacional en el telescopio espacial Nancy Grace Roman para descubrir planetas “rebeldes”, cuerpos que no están atados a una estrella y vagan sin rumbo por nuestra galaxia. Conocer sus características, distribución y cantidad servirá a los científicos para despejar dudas sobre el origen y evolución de los sistemas planetarios.
Los planetas sin estrella son “mundos huérfanos” que se originan durante las colisiones masivas que dan lugar a los cuerpos celestes. En ese momento, trozos más pequeños comienzan a chocar entre sí a gran velocidad. Algunos de ellos se unen y van dando lugar a los planetas, pero otros son víctimas de los terribles impactos y son arrojados a una zona del espacio por fuera del alcance gravitacional de su estrella madre.
Al quedar vagando en el espacio sin su estrella ni lunas que lo acompañen, el planeta errante se transforma en un solitario en la inmensidad del cosmos. Como estos planetas no brillan y son extremadamente fríos, es muy difícil descubrirlos y se vuelven prácticamente invisibles para los observadores del espacio. Sin embargo, las estimaciones actuales indican la existencia de un mínimo de decenas de miles de millones de estos cuerpos en nuestra galaxia.
Según un comunicado, una investigación publicada en la revista especializada Astronomical Journal podría realizar un invaluable aporte para el conocimiento y caracterización de este tipo de planetas, además de poder acercarse a una estimación más precisa sobre su cantidad en la Vía Láctea. El trabajo confirma las bondades del fenómeno de microlente gravitacional y del telescopio espacial Nancy Grace Roman de la NASA para llevar adelante este desafío.
Lupas cósmicas
Dicho telescopio observará una franja específica de la galaxia aprovechando la denominada microlente gravitacional, un efecto de observación que se produce cuando la presencia de masa deforma el tejido del espacio-tiempo. El efecto es notorio frente a la aparición de objetos cósmicos masivos como agujeros negros, pero incluso el paso fugaz de un pequeño planeta errante puede ser detectado.
La observación se concreta de un modo indirecto, porque se hace posible al registrarse el paso del planeta nómada frente a una estrella luminosa. Como la microlente gravitacional deforma el espacio-tiempo alrededor del cuerpo planetario, la luz que emite la estrella cambia su forma y permite a los astrónomos detectar la presencia del planeta buscado. Éste amplifica el brillo de la estrella y se convierte en una especie de “lupa espacial o cósmica”.
Con esta metodología, los expertos estiman hallar cientos de planetas rebeldes, aunque solamente se observará un sector pequeño de la galaxia. Sin embargo, la información hallada servirá para extrapolar los datos y estimar con bases más firmes un número aproximado de planetas sin estrella en toda la Vía Láctea. Para los astrónomos, estos extraños cuerpos tienen mucho que contarnos sobre el caótico proceso que da lugar a los planetas y su evolución.
Referencia
Predictions of the Nancy Grace Roman Space Telescope Galactic Exoplanet Survey. II. Free-floating Planet Detection Rates. Samson A. Johnson et al. The Astronomical Journal (2020).DOI:https://doi.org/10.3847/1538-3881/aba75b
Foto y video: NASA/JPL-Caltech/R. Hurt (Caltech-IPAC).
Lo que si tengo claro es que vendrá una gran roca del espacio a gran velocidad y ningún instrumento podrá pararlo el impacto y volveremos atrás, ya es demasiada suerte que sigamos vivos creo yo