El astrónomo de Harvard Avi Loeb ha lanzado el proyecto Galileo para buscar tecnología alienígena. Será un programa filantrópico basado en la teoría de Loeb sobre la importancia de las «firmas tecnológicas» que puedan dejar las civilizaciones extraterrestres como huella de su paso por algún lugar del universo.
El científico defendió con fuerza su teoría cuando en 2017 declaró que el objeto interestelar Oumuamua era en realidad una nave exploradora extraterrestre. A pesar de las críticas que suscitó en la comunidad científica, Loeb no se ha dado por vencido: ahora espera utilizar varios conjuntos de telescopios para estudiar el Sistema Solar y la atmósfera de la Tierra y para buscar fenómenos aéreos no identificados, conocidos como OVNI o UAP.
Aunque el informe lanzado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos el 25 de junio de este año indica que no existen evidencias de inteligencia extraterrestre en 144 avistamientos documentados y analizados, al mismo tiempo reconoce que los fenómenos no pueden ser explicados ni definidos de ninguna forma.
Un camino a explorar y profundizar
En cierto modo, esto abre una posibilidad para seguir profundizando en el tema de los fenómenos aéreos no identificados (UAP), pero es imprescindible hacerlo dejando de lado preconceptos que nada tienen que ver con el pensamiento y el método científico. Esta es la idea rectora detrás del proyecto Galileo: transformar la búsqueda de tecnología alienígena en una tarea sistemática, científica y alejada de juicios previos que eliminan cualquier posibilidad de existencia de vida extraterrestre.
Es así que Avi Loeb lanzó recientemente una sugerente hipótesis al respecto, según puede leerse en un artículo publicado en la revista Scientific American. Indicó que Oumuama podría estar directamente relacionado con los fenómenos aéreos que el Pentágono no puede explicar.
Para Loeb, tanto los objetos estudiados por el Pentágono como Oumuama serían dispositivos enviados a la Tierra por civilizaciones extraterrestres, con el propósito de recabar información sobre la humanidad, su tecnología y las características de nuestro planeta.
En ese texto también expresó que los científicos podrían aclarar el misterio sobre la vida extraterrestre realizando un análisis transparente de los datos públicos y abordando la cuestión con un enfoque serio, metódico y alejado de prejuicios.
Tema relacionado: La verdad sobre los OVNIS sigue estando ahí fuera.
Objetivos ambiciosos
Precisamente, el proyecto Galileo buscará identificar la naturaleza de los fenómenos UAP y de los objetos interestelares similares a Oumuamua utilizando el método científico estándar, basándose además en un análisis transparente de datos científicos abiertos. Los mismos se recopilarán empleando instrumentos optimizados, como el futuro Observatorio Vera C. Rubin, localizado en Chile.
La iniciativa involucra a especialistas de múltiples disciplinas, que trabajan en prestigiosas universidades como Princeton, Cambridge, Harvard o Carolina del Norte, entre otras.
Galileo tiene como principales objetivos profundizar en la investigación sobre la existencia de objetos interestelares similares a Oumuamua, obtener imágenes de alta resolución de fenómenos UAP para descubrir su verdadera naturaleza, e identificar potenciales satélites extraterrestres de pequeña magnitud, que puedan estar explorando la Tierra.
Pensado para ser financiado con una estrategia de donaciones y filantropía, el proyecto buscará crear líneas permanentes y constantes de investigación en torno a la vida extraterrestre en general y a la búsqueda de tecnología alienígena en particular. Al respecto, Loeb aclaró que la comprobación de la existencia de múltiples sistemas «Tierra-Sol» en el universo brinda un auspicioso marco para pensar que no estamos solos en el cosmos. ¿Llegarán pronto las pruebas irrefutables?
Foto: la detección en 2017 de un extraño objeto interestelar denominado Oumuamua, del cual puede apreciarse una representación artística en la imagen, impulsó el lanzamiento de un nuevo proyecto para buscar tecnología alienígena. Crédito: European Southern Observatory/M. Kornmesser.
Hacer un comentario