Durante los días 22 a 24 del pasado mes de octubre se celebró en Nueva York la reunión de otoño del Proyecto LINK de las Naciones Unidas. Más de cien participantes de un gran número de países presentaron sus predicciones económicas y debatieron intensamente sobre la situación económica internacional. Las conferencias y los debates tuvieron lugar en medio de fuertes bajadas de las bolsas mundiales y ante un panorama de incertidumbre financiera total. Algunos de los ponentes, de hecho, indicaban al principio de sus intervenciones lo extrañados que estaban de la numerosa asistencia y de su tranquilidad para escuchar explicaciones hechas sobre gráficos y tablas similares a las realizadas en épocas de bonanza.
Esa era la impresión que obteníamos muchos: para los económetras y para los economistas dedicados a la macroeconomía, las crisis son sólo números y zonas de descenso en los gráficos representativos de las distintas series temporales. La visión histórica de dichos gráficos indica que no hay nada especial en una crisis; después de una bajada en el PIB mundial y en la tasa de crecimiento del comercio internacional hay siempre subidas y el mundo no se detiene por eso.
Para los economistas dedicados al análisis económico y a la predicción, las cuestiones concretas de cómo solucionar la crisis financiera y reestablecer el crecimiento económico o las más abstractas tales como, capitalismo si, capitalismo no, refundación del capitalismo, regulación financiera, nuevas instituciones económicas internacionales, keynesianismo o economía mixta versus liberalismo y monetarismo, son temas no demasiado importantes.
El mundo no se detiene y la forma de vivir que hemos inventado basada en la producción y en el intercambio de bienes y servicios no parece tener alternativa. La verdad es que después de reuniones de este tipo uno se siente reconfortado en ese sentido de continuidad de la vida, a pesar de saber las tragedias personales que pueden existir debajo de los fríos números económicos y sentir terror ante la posibilidad de una crisis profunda y prolongada.
La cuestión al final quedaba saldada en cuanto a los ratios más globales con la determinación del tipo de recuperación que seguirá al bache actual. ¿Será una V pronunciada en la caída y también en la subida? ¿Será una curva en forma de bañera? ¿Será una L, con el lado inferior muy alargado, como se está diciendo en los últimos días?
Incertidumbre y altos riesgos
El diagnóstico general era, no obstante, de incertidumbre y altos riesgos, con elevada volatilidad en las predicciones mostradas. Dichas predicciones indicaban un notable descenso de la tasa de crecimiento de la producción mundial y del comercio internacional, recesión en algunos países desarrollados y disminución del crecimiento en los países en vías de desarrollo. Advirtiendo los ponentes en todo momento que los problemas no habían tocado fondo todavía.
El escenario base para la economía mundial descrito en la reunión del LINK venía delimitado por una considerable disminución de la tasa de crecimiento mundial, la cual fue situada para los años 2008 y 2009 en el 2,6% y 1,6 % respectivamente. Así como para el crecimiento del comercio internacional, que se situa en los dos años mencionados en el 4,3% y el 3,2 %. Cifras que resultaban bastante más bajas de las anunciadas en mayo del presente año y manifiestamente inferiores a las experimentadas por la economía mundial en su conjunto desde 2004. La primera de ellas se situó entre 2004 y 2007 en un valor promedio cercano al 4 % y la segunda en valores situados entre el espectacular 11,2 % de 2004 y el nada desdeñable 6,4 % de 2007.
Por lo que tiene que ver con el mundo en su conjunto y con varios países y zonas mundiales el escenario base presentado en la reunión que comentamos puede verse en la tabla 1.
Para España las cifras recogidas por el LINK proceden en gran manera de las proporcionadas por el Instituto Lawrence R. Klein de la Universidad Autónoma de Madrid, las cuales sitúan a nuestro país en porcentajes muy bajos: 1,2 % para el 2008 y -0,9 % para el 2009. Apuntándose, todavía con poca seguridad, un crecimiento también negativo (- 0,2 %) para el 2010. Estas cifras significan, como todo el mundo sabe, unas tasas de desempleo superiores al 15 %
Escenario negativo
En cuanto al escenario más negativo del Proyecto LINK las cifras se reflejan en el gráfico 2. Estas predicciones, que son negativas y que recogen la realidad de la recesión en los países desarrollados y la posibilidad de que dicha recesión sea más profunda de la indicada en el escenario base, explican las más recientes predicciones del FMI presentadas el pasado día 6 del presente mes de noviembre.
La predicción mundial del FMI es algo más optimista que la del LINK, pero en lo relativo a los países desarrollados se ponen del lado del escenario más negativo de este último. Para dichos países el FMI da cifras para el 2009 destacadamente negativas. El Reino Unido es situado en la peor posición con un – 1,2 %. Canadá en la segunda peor con un – 0,9 %. Alemania en la tercera con un con un – 0,8 %. Estados Unidos y España ocupan el cuarto peor con un – 0,7 %. Italia viene a continuación con un – 0,6 %. Siguen Francia con un -0,5 y Japón con un – 0,2 %.
La lectura que cabe hacer de las predicciones del FMI, separadas sólo dos semanas de las del LINK, es que la situación se deteriora y que las medidas anunciadas y en parte adoptadas no están dando resultados. Veremos que pasa en la reunión del G-21 del próximo día 20.
Las tres posibilidades de curvas de recuperación corresponderían a las siguientes predicciones: 1) de acuerdo con la solución base de los modelos econométricos presentada en la reunión del LINK de Nueva York (22-24/!0), la recuperación mundial tendría forma de V con un mínimo en 2009 y una recuperación a partir del 2010 moderadamente acelerada; 2) de acuerdo con la solución más negativa del LINK, la curva de recuperación sería en forma de bañera, con al menos dos años de decrecimiento (2009 y 2010); y 3) la curva en L, sin definición del momento de la recuperación, sería deducible del último informe del FMI de 6 de noviembre pasado.
Pero, ¿cuál de esas tres posibilidades es la que finalmente ocurrirá? La respuesta sólo se puede dar en términos de probabilidad y asumiendo o no que las medidas actualmente en fase de adopción tengan éxito. Si tienen éxito, mis probabilidades son: 50 % para la V; 40 % para la curva bañera; y 10 % para la curva en L.
Adolfo Castilla es Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Antonio de Nebrija y miembro del Consejo Editorial de Tendencias21. Editor del Blog Prospectiva de nuestra revista.
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