La red social del cerebro contiene una serie de áreas críticas para gestionar las interacciones y conectarse con los demás. Su dinámica permite optimizar la toma de decisiones y ampliar la comprensión. Así lo establece una investigación realizada por científicos de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista Nature Neuroscience.
Según una nota de prensa, el estudio se desarrolló a partir de observaciones y experimentos con monos macacos, sobre regiones del cerebro que poseen un funcionamiento similar en los seres humanos. En estas áreas, las tasas de activación de las neuronas se incrementan cuando los macacos trabajan en tareas cooperativas, propiciando un alto nivel de estrategia y versatilidad en la toma de decisiones.
Los especialistas explicaron que la circunvolución cingulada anterior y el surco temporal superior medio, un equivalente a la unión temporoparietal en los humanos, son los sectores que se activan en los monos cuando es necesario llevar adelante una tarea cuyo resultado final depende de la cooperación con otros. En la circunvolución del cíngulo anterior se ponen en juego aspectos más emocionales, relacionados con la empatía y el aprendizaje social. En tanto, en la segunda de las regiones se desarrollan los procesos cognitivos y analíticos.
Para comprender el funcionamiento de la red social del cerebro, los investigadores desarrollaron un experimento a modo de videojuego, en el cual los monos debían tomar decisiones que les permitían obtener recompensas. En algunas condiciones tenían que elegir cooperar con otros participantes para poder alcanzar un mejor resultado o seguir un camino individual, a través del cual no necesariamente podían obtener un beneficio similar.
Comportamiento social y decisiones
Los investigadores observaron el comportamiento en cada ensayo y construyeron un modelo computacional sobre la base de las decisiones tomadas por los monos, agregando progresivamente diferentes componentes para enriquecer el análisis. Posteriormente utilizaron los parámetros del modelo como variables para tratar de comprender la información que los monos codificaban en las neuronas de cada área cerebral.
De acuerdo a las conclusiones de la investigación, y en base a las actitudes de los primates no humanos, los expertos creen que nuestra capacidad para cooperar y desarrollarnos en sociedades surgió de adaptaciones ancestrales que evolucionaron hace unos 20 millones de años.
Para Michael Platt, investigador de la Universidad de Pensilvania y uno de los autores del estudio, “este es un resultado realmente interesante. Nos dice mucho sobre lo sofisticados que son los monos en términos de su razonamiento social. También nos habla sobre el proceso que se desarrolla en el cerebro cuando interactuamos con otra persona y tomamos decisiones a favor o en contra de los demás. Y nos dice que nuestra capacidad para trabajar juntos viene evolucionando desde hace millones de años”, indicó.
En el mundo humano real
En el futuro, Platt y su equipo probarán los hallazgos en tareas y situaciones del mundo humano real, para determinar si se mantienen de la misma forma que en los escenarios experimentales con monos. Por el momento, los científicos han logrado acercarse a la comprensión de aquello que sucede en el cerebro durante el proceso de toma de decisiones en contextos de cooperación e interacción social.
«Estamos más cerca de comprender, en un sentido general, cómo funciona este sistema social de toma de decisiones en el cerebro», agregó Platt. Al mismo tiempo, concluyó que será posible determinar el impacto que tienen las diferencias en el funcionamiento de esta red en cada persona, y además entender si estas variantes pueden estar asociadas con distintos tipos de decisiones sociales.
Referencia
Neuronal correlates of strategic cooperation in monkeys. Ong, W.S., Madlon-Kay, S. & Platt, M.L. Nature Neuroscience (2020).DOI: https://doi.org/10.1038/s41593-020-00746-9
Foto: Shane Rounce en Unsplash.
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