Tras casi año y medio de operaciones, el satélite CryoSat ha generado su primer mapa de la variación del espesor del hielo ártico a lo largo del invierno. Los resultados de esta misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) para el estudio del hielo fueron presentados el pasado día 24 de abril en la Royal Society de Londres.
En junio de 2011, se presentó el primer mapa del espesor del hielo ártico, generado a partir de los datos recogidos por CryoSat entre los meses de enero y febrero de ese mismo año. Desde entonces, se han procesado todos los datos recogidos durante la temporada invernal 2010-2011 para generar el primer mapa que muestra cómo varía el espesor del hielo marino en el Océano Ártico a lo largo del invierno.
Este es el primer mapa de la variación estacional del hielo ártico confeccionado a partir de datos de altimetría radar, por lo que presenta una resolución muy superior a la de cualquier otro estudio realizado con anterioridad. El altímetro de CryoSat es capaz de medir con gran precisión su altura sobre la superficie del hielo, al medir el tiempo que transcurre entre la transmisión y la recepción de una serie de pulsos radar de muy corta duración.
El mapa de la variación estacional del espesor del hielo ártico presentado ahora fue generado a partir de las medidas realizadas por CryoSat sobre el Océano Ártico entre octubre de 2010 y marzo de 2011.
A través de una colaboración entre la ESA y la NASA, se realizó una serie de vuelos cuidadosamente sincronizados con los pases del satélite, sobrevolando la traza de su órbita sobre el Ártico para tomar medidas in situ que permiten garantizar la precisión de los datos generados por la misión.
La primera serie de datos validados dejó patente el gran potencial de esta misión para el estudio del hielo. Debido a los rápidos cambios registrados recientemente en el Océano Ártico, estos datos son de gran importancia para el estudio del cambio climático.
Garantizar el desarrollo sostenible del Ártico
En el evento de presentación también se dieron a conocer otros importantes resultados de esta misión europea, como un modelo digital de la elevación de Groenlandia y otros importantes resultados científicos de CryoSat.
El Director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, Volker Liebig, describió los dramáticos efectos del cambio climático sobre esta frágil región, y explicó cómo los satélites han estado monitorizando la evolución del hielo marino desde el espacio durante los últimos 30 años. “En los próximos años, el Ártico se convertirá en una región de gran importancia geo-política”, explicó Liebig.
“Se piensa que entre el 15 y el 20% de las reservas de petróleo y gas del planeta se encuentran en esta región, y el retroceso de las banquisas está abriendo nuevas rutas marítimas. Los satélites, ahora más que nunca, pueden ayudar a garantizar el desarrollo sostenible de esta frágil región”, añadió el investigador.
La banquisa ártica está sometida a un ciclo estacional, formándose durante el invierno y fundiéndose en gran medida durante el verano. Sin embargo, los satélites han detectado que su extensión máxima no ha dejado de disminuir a lo largo de la última década.
Los instrumentos radar transportados por satélites como CryoSat son capaces de tomar imágenes de alta resolución de la superficie de la Tierra en prácticamente cualquier condición, incluso en la oscuridad o en días nublados. Esto los hace especialmente útiles para estudiar las regiones más remotas del Ártico, sometidas a largos periodos de oscuridad y mal tiempo.
CryoSat continuará observando la evolución del hielo ártico, monitorizando con precisión cualquier cambio en su espesor, lo que ayudará a comprender mejor cómo está afectando el cambio climático a las reservas de hielo de nuestro planeta. La misión SMOS de la ESA proporciona información complementaria al estudiar la extensión del hielo marino y el espesor de las capas más finas.
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