Un equipo de investigadores del Centro de Investigación en Materiales Avanzados (CIMAV) de México ha hallado la manera de “captar” la energía que produce la gente al caminar.
Para conseguirlo, han diseñado una pastilla en forma de cilindro que se adapta a los zapatos. Esta pastilla almacena la energía mecánica-vibracional que la persona que genera al andar.
Con la energía captada, los científicos han conseguido ya recargar pilas de reloj del tipo triple A, comúnmente usadas en en dispositivos electrónicos portátiles, informa Investigación y Desarrollo a través de AlphaGalileo.
Energía limpia
El prototipo diseñado por el CIMAV en Chihuahua, adaptó la pastilla –que tiene un diámetro de dos pulgadas y un espesor de tres milímetros– a la suela de un calzado.
El doctor en ciencias de materiales Abel Hurtado Macías, titular de la investigación, explica que la pastilla es un dispositivo llamado piezoeléctrico que mide presión, fuerza y aceleración; que está colocado en la suela y que, por medio de un circuito, convierte la energía mecánica en microwatts; una vez colocada en las pilas (de reloj y calculadora), se probó con buenos resultados.
El término piezoeléctrico proviene de otras dos palabras: presión y electricidad. Como al caminar se genera una fuerza mecánica, ésta se “capta o cosecha” a fin de generar la energía que se “guarda” en la pastilla para su uso posterior.
Hurtado Macías añade que, en el área de materiales nanoestructurados, una base importante de la investigación es cosechar o producir energía limpia, y este prototipo es ideal para dicho objetivo.
“Queremos mejorar el circuito de la pastilla para hacerla más eficiente en la captura de energía. Ahora trabajamos en el proceso de hacerla más eficiente, aunque de momento ya generamos un impacto, porque producimos energía limpia”.
También para alfombras
Según el investigador, este mismo sistema podría ser adaptado para su aplicación a tapetes o alfombras como las que se pisan a menudo en los medios de transporte masivos, como el metro.
Las continuas pisadas de los viajeros sobre estas superficies generarían una cantidad de energía capaz de iluminar las estaciones de transporte, asegura.
“En la actualidad, se desperdicia todo el proceso de energía que genera la gente al caminar; si aprendemos a cosecharla y a transformarla en electricidad, podremos contribuir al impacto mundial".
El pasado mes de marzo, científicos del Georgia Institute of Technology de Estados Unidos hacían público el desarrollo de un generador en miniatura que aprovecha el movimiento cotidiano para generar energía eléctrica; y en 2010, ingenieros de la Universidad de Princeton hacían público un nuevo material capaz de producir energía también a partir de movimientos como caminar, correr e incluso respirar.
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