La empresa BioTime, de Berkeley, ha conseguido “resucitar” animales después de dos horas de muerte clínica absoluta, sin pulso, respiración ni ninguna actividad cerebral, y sin que después de la experiencia los animales mostraran ninguna alteración física o psicológica. El producto que consigue esta proeza se llama HetaCool y ha sido diseñado expresamente para su empleo a bajas temperaturas.
HetaCool de hecho lleva años empleándose como expansor del volumen plasmático en pacientes humanos bajo el nombre de Hextend, pero debido a su resistencia a la congelación, sus creadores han pensado en nuevas aplicaciones, que se encuentran todavía en fase de experimentación a nivel animal.
BioTime ha conseguido una subvención oficial para desarrollar el proyecto “Resuscitating Blood-Substituted Hypothermic Dogs”, cuyo objetivo es utilizar Hetacool para aumentar el tiempo durante el cual un cuerpo puede ser mantenido en estado de suspensión cardiaca y circulatoria durante una intervención quirúrgica.
Durante la investigación, la temperatura del cuerpo de unos perros experimentales es enfriada a una temperatura cercana al punto de congelación para reducir la actividad metabólica y la necesidad de consumir oxígeno.
Sangre alternativa
HetaCool sustituye entonces a la sangre del animal en el sistema circulatorio y evita así la obstrucción de los vasos sanguíneos que se produce cuando la sangre es enfriada a bajas temperaturas.
A continuación, HetaCool es sustituido de nuevo por la sangre original y el cuerpo es recalentado y animado. Si los resultados del proyecto son satisfactorios, la iniciativa comenzaría a aplicarse en humanos, probablemente dentro de tres años, según sus creadores.
En la actualidad, la cirugía utiliza la interrupción temporal del flujo sanguíneo para tratar algunas enfermedades cardiovasculares, pero esta interrupción sólo puede ser mantenida durante cortos espacios de tiempo y a temperaturas normales.
Esta limitación viene impuesta por la fragilidad de muchos órganos críticos, particularmente el cerebro, que resulta dañado en cuestión de minutos si adolece del oxígeno que le aporta la sangre.
Limitaciones actuales
La cirugía cardiovascular recurre frecuentemente al descenso de la temperatura corporal (entre 25ºC y 15ºC) para reducir las demandas metabólicas del paciente, deteniendo por pequeños períodos de tiempo la función cerebral y cardiaca.
Para resolver problemas agudos, sin embargo, la cirugía encuentra fuertes limitaciones a la hora de establecer una temperatura corporal suficientemente baja para minimizar daños, así como a la hora de disponer del tiempo necesario para una intervención quirúrgica prolongada.
Lo que pretende HetaCool es proporcionar a los cirujanos el producto que permitirá reducir a una temperatura próxima a la congelación el cuerpo de un paciente sin causarle daño, así como prolongar el tiempo en que un organismo puede ser suspendido de actividad cardiaca y circulatoria.
Tal como explica al respecto Wired, las aplicaciones del producto no se limitarán a la cirugía cardiovascular, ya que permitirá asimismo prolongar el tiempo de intervenciones que por su naturaleza son muy extensas, como cuando se trata de separación de hermanos siameses.
Si HetaCool confirma su validez en la suspensión temporal de la vida humana, también podría ser utilizado en procesos de criogenización y en viajes interestelares, si bien ambas posibilidades continúan siendo todavía remotas.
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